El director de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela sostiene que no se espera el arribo de barcos con combustible que permitan paliar la grave escasez de gasolina que se vive en el país
La escasez de gasolina en Venezuela podría llegar a niveles nunca antes vistos, incluso peores que los vividos durante los meses de febrero y marzo de 2020. Este oscuro pronóstico estaría vinculado a la caída sostenida de la producción de combustible en el país.
Eudis Girot, director de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), explica en exclusiva para El Diario que la crisis de abastecimiento de combustible que se avecina es debido a que los inventarios de gasolina en los tanques de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se encuentran en niveles críticos.
Afirma que la situación es peor a la registrada a principios de este año 2020, cuando también se vivió un severo problema de escasez de combustible. Si bien en ese momento eran pocos, aún existían inventarios almacenados.
Aquí no hay gasolina ni para las mafias que destruyeron la industria petrolera ni para los que tienen dinero para pagarla en dólares. Lamentablemente hemos llegado al colapso operativo”, sostiene de forma tajante.
El líder sindical hace un llamado a las personas que aún cuentan con combustible en los tanques de sus vehículos particulares. Aconseja que solo lo usen solo en caso de emergencia. Asegura que “hacer una cola para cargar combustible es una pérdida de tiempo”.
Comenta que otro aspecto que empeora la situación es que, pese a lo difundido en algunos medios de comunicación —en el corto y mediano plazo no existe ningún buque con combustible que tenga como destino Venezuela— tal y como ocurrió en el pasado con los cuatro buques iraníes.
Este retorno a la crisis de abastecimiento de combustible es apreciable en las largas colas que se observan en las distintas estaciones de servicio. Tanto en Caracas como en el resto del país.
Durante un recorrido por la capital el equipo de El Diario pudo constatar de primera mano que las colas de vehículos que esperan para surtir gasolina son una imagen recurrente en toda la ciudad.
Al drama de las largas filas de automóviles se suma el hecho de que debido a la escasez de combustible solo algunas estaciones de servicio están funcionando. Esto obliga a los ciudadanos a tener que realizar recorridos para encontrar alguna que esté surtiendo.
Complejos refinadores
Históricamente Venezuela ha sido capaz de refinar el crudo necesario para producir el combustible que requiere el mercado nacional. Sin embargo, en los últimos años se ha hecho evidente que debido a la falta de inversión en el mantenimiento de los complejos refinadores la producción ha disminuido de forma dramática.
Con respecto a esto Girot señala que actualmente tres de las cuatro principales refinerías del país se encuentran paralizadas. Un hecho que se traduce en una permanente escasez del hidrocarburo en toda Venezuela.
Afirma que en el caso de la Refinería Puerto La Cruz, cuya capacidad de procesamiento de crudo es de unos 200.000 barriles diarios, no está produciendo ni una gota de combustible. La misma se encuentra apagada desde el año 2016. Dice que esta es una situación de la que el régimen de Nicolás Maduro está al tanto; sin embargo, prefieren hacer silencio al respecto.
“Ese complejo refinador tiene serios problemas estructurales. Los equipos rotativos están dañados al igual que el compresor de gas húmedo”, señala Girot.
El líder sindical apunta que uno de los factores que llevaron a la paralización de la planta fue el estado de su sistema de tuberías. Estas, según comenta, quedaron sumamente deterioradas debido a que el agua que se utiliza para generar vapor no recibía el tratamiento que requería para garantizar el óptimo funcionamiento de las instalaciones.
Complejo Refinador de Paraguaná
Apunta que en el caso del Complejo Refinador de Paraguaná, el cual comprende las refinerías de Cardón y Amuay, la situación es similar. Esta última también se encuentra paralizada. No obstante, con respecto a Cardón, recuerda que esta se encontraba produciendo, desde hacía poco menos de un mes, unos 22.000 barriles de combustible al día. Sin embargo la planta tuvo que detener sus operaciones porque hace dos semanas se registraron dos incendios de grandes proporciones que afectaron áreas de vital importancia.
“Uno en la planta de casa de bombas, que es la que impulsa el producto a la planta encargada para la elaboración de base de gasolina. Esas bombas sufrieron muchísimo daño y están fuera de servicio. La planta de vacío, que es uno de los primeros puntos por donde entra el petróleo para su procesamiento también sufrió un incendio”, indica.
Girot añade que pese al arduo trabajo que están realizando los trabajadores de la planta durante día y noche, no han podido solventar las fugas que sufre la refinería. Dice que la principal limitante para lograrlo es que los mismos no cuentan con los implementos de trabajo necesarios para realizar las reparaciones.
Es debido a estas condiciones que considera que los trabajadores de Cardón son unos héroes. Indica que merecen ser reconocidos, pues diariamente ponen su vida en riesgo.
Señala que El Palito es la única de las refinerías que se encuentra operativa por los momentos. No obstante, trabaja a solo una fracción de su capacidad instalada al procesar entre 8.000 y 10.000 barriles de petróleo diarios.
Asegura que dicha producción es insuficiente para satisfacer la demanda nacional. A esto se le se suma la escasa sostenibilidad de las operaciones debido a las continuas fallas que presenta la planta.
“Esa planta trabaja una semana o 15 días y la vuelven a apagar y eso ocurre una y otra vez. Eso va generando un choque térmico en la infraestructura de las tuberías. Esto ocasiona fatiga y estrés mecánico, produciendo mucho daño en todo el complejo de fraccionamiento de craqueo catalítico”, asevera.
A esto se suma la falta de repuestos que requiere el compresor de gas húmedo. Sin eso es imposible producir los alquilatos necesarios para la fórmula de la gasolina.
Expertos iraníes
Con respecto a un grupo de expertos iraníes que se encuentran en el país “asesorando” la recuperación de la producción de combustible en la planta refinadora de El Palito, Girot es contundente.
“Ellos no pueden hacer mucho ante la destrucción de los complejos refinadores del país. El esfuerzo que se está realizando en El Palito para recuperar la producción de combustible es mínimo”, afirma.
Dice que sin los repuestos necesarios, que tienen que ser importados pues no se producen en el país, es imposible que se produzca alguna mejoría bien sea en la producción o en la confiabilidad de las operaciones.
El sindicalista recuerda que la última vez que se realizó una inversión de recursos en una planta refinadora fue en el Complejo criogénico de José. Cuando se llevó a cabo un mantenimiento mayor. Sin embargo, comenta que eso sucedió hace años y nunca más se realizaron trabajos preventivos que garantizaran la operatividad del parque refinador venezolano.
Considera que es imprescindible que en el país se produzca una auditoría a profundidad de toda la industria petrolera. En especial a quienes a lo largo de los años han fungido como gerentes de Pdvsa. Esto permitiría descubrir qué pasó con los millones de dólares que fueron aprobados para realizar labores de mantenimiento. Un dinero que nunca llegó a las plantas refinadoras.
“Es necesario que aparezcan los responsables de toda esa corrupción. Las consecuencias de ese robo a la nación la están pagando todos los venezolanos que hoy no consiguen la gasolina que necesitan”, afirmó.
Condiciones precarias
Girot plantea que la actual crisis de combustible no puede ser vista solamente como un problema de producción. También debe considerarse el lado humano de los trabajadores, quienes pese a recibir sueldos “de hambre” continúan trabajando en la industria petrolera.
Para contextualizar las precarias condiciones a las que están sometidos los trabajadores relata un lamentable suceso que se produjo el pasado 5 de agosto. Cuenta que ese día un trabajador de la refinería de Cardón solicitó a la empresa que le suministraran gasolina para trasladar a su madre al médico luego de que esta hubiese sufrido un infarto.
“Desde la empresa le negaron el apoyo para el traslado. Él solo pedía que le dieran 5 o 10 litros de gasolina y no se los dieron”, relata Girot con rabia y pesar.
Una vez que el empleado logró trasladarla a una clínica, le negaron la asistencia porque su seguro como trabajador de Pdvsa no estaba operativo. Ante la falta de atención médica la mujer falleció.
El problema no es solamente reactivar las refinerías y la producción de gasolina. Es necesario que la gente conozca las penurias que están pasando los trabajadores petroleros”, dice el sindicalista.
Girot sostiene que este tipo de acontecimientos son la razón por la que los trabajadores petroleros protestan desde hace semanas en todo el país. Exigen que respeten sus reivindicaciones laborales y se libere a los líderes sindicales que han sido detenidos de forma ilegal.
En este sentido y ante la falta de una respuesta por parte de alguna figura del régimen venezolano, tienen previsto realizar una jornada de recolección de firmas el 11 de agosto para solicitar una reunión con Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores. La actividad será denominada “gran firmazo nacional para restituir derechos”. Servirá para respaldar sus exigencias, entre las que destacan el pago del Fondo de Pensiones y la entrega de los estados financieros del fondo de jubilación desde 2016 hasta 2019.
Los trabajadores también reclamarán el pago de una bonificación de 150 dólares. Un monto similar al que fue aprobado para los empleados de la filial de Petróleos de Venezuela, PDV Marina.
En las actuales circunstancias luce complejo que el régimen de Maduro logre financiar una recuperación de la producción de combustible. Se prevé que las colas para surtir gasolina volverán a convertirse en una imagen recurrente en toda Venezuela.