España reactiva actividades no esenciales a partir del lunes entre críticas de presidentes regionales

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Actividades económicas no esenciales, como la industria pesada y la construcción, se reanudan desde este lunes en España, tras dos semanas paralizadas por orden del Gobierno para frenar el coronavirus, pero algunas regiones, entre ellas Cataluña, advirtieron de los riesgos de que millones de empleados vuelvan ya al trabajo.

(EFE) / Jesús Lozano / ND

El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, aseguró este domingo, en rueda de prensa telemática, que se garantizará la protección y la seguridad de los trabajadores, al tiempo que urgió a alcanzar un gran pacto nacional para relanzar la economía cuando pase la pandemia.

Las fuerzas de seguridad y Protección Civil repartirán hasta el miércoles 10 millones de mascarillas a los empleados que se desplacen en medios de transporte colectivo, como trenes, metro y autobuses, para prevenir los contagios.

No obstante, el Gobierno mantiene el estado de alarma al menos hasta el 26 de abril, con la obligación de permanecer en las viviendas (excepto para trabajar o comprar productos básico), así como los controles fronterizos y el cierre de infinidad de establecimientos educativos, culturales, deportivos, de hostelería y comerciales.

Baja el ritmo de contagios

La velocidad de incremento de nuevos casos de coronavirus se frenó al 2,5 por ciento diario en España, el dato más bajo desde el inicio de la crisis, hasta llegar a 166.019 contagios confirmados, informó hoy el Ministerio de Sanidad.

Los fallecidos diarios repuntaron a 619 y alcanzaron los 16.972, entre ellos 29 médicos, nueve farmacéuticos y varios enfermeros.

«Todavía estamos lejos de la victoria» en la lucha contra el coronavirus, aunque ya se dieron los «primeros pasos decisivos» para ese objetivo, resaltó Sánchez tras hablar en una videoconferencia con los presidentes de las regiones españolas, responsables de gestionar la sanidad en sus territorios.

Sánchez recordó que, a pesar del retorno parcial a la actividad, España sigue en «confinamiento general» de la población debido a la pandemia. La fase de «desescalada» o supresión de las restricciones de movimientos no ha llegado, sino que se producirá como pronto dentro de dos semanas y «de forma progresiva y cautelosa», añadió.

Críticas de los presidentes regionales

El Gobierno decidió que los trabajadores de sectores económicos y profesionales no esenciales que seguían activos a pesar del estado de alarma permanecieran en sus domicilios entre el 30 de marzo y el 9 de abril con un permiso retribuido y recuperable para reforzar el confinamiento, y se reincorporán pasada la Semana Santa.

El Ministerio de Sanidad considera que volver desde este lunes a las restricciones y medidas de confinamiento iniciales decretadas el 14 de marzo servirán para seguir reduciendo la expansión del coronavirus y supone una decisión «efectiva» y «suficiente».

Sin embargo, Sánchez recibió hoy los reproches tanto de gobernantes regionales conservadores como nacionalistas que consideran precipitada la vuelta parcial al trabajo, pues podría implicar un retroceso del control epidémico, y le piden más participación en la toma de decisiones.

El presidente de Cataluña, el independentista Quim Torra, consideró «una temeridad y una imprudencia absoluta» levantar ahora algunas restricciones, y advirtió a Sánchez de que, si no rectifica la decisión, se arriesga a tener que decretar más confinamientos totales más adelante.

Por su parte, el presidente de Castilla y León, el conservador Alfonso Fernández Mañueco, planteó «esperar unos días», pues no cree que la seguridad esté garantizada «ni se cumplen las circunstancias» para poder alcanzarla.

Un «gran pacto» nacional para la economía

Las medidas drásticas de limitación de movimientos de la población y actividades económicas aplicadas por el Gobierno están repercutiendo gravemente en la riqueza y el empleo, con el turismo entre los sectores más castigados.

«Necesitamos un gran pacto para la reconstrucción social y económica del país», instó Sánchez hoy, quien recalcó que España afronta un reto «inmenso» por los efectos económicos de la pandemia.

Los españoles viven «la mayor crisis de nuestras vidas» y la mayor amenaza «en un siglo», por lo que insistió en que «la respuesta debe ser unida» por parte de partidos, regiones, grupos empresariales y sindicatos.

Pidió, por ello una «desescalada de la tensión política» por parte de la oposición, y avanzó que esta semana convocará una reunión con otras fuerzas políticas para intentar sentar las bases de un gran acuerdo nacional.

El conservador Partido Popular, el pricipal de la oposición, denunció el sábado las «mentiras» de Sánchez en la gestión de la crisis y consideró que éste no quiere pactar «absolutamente nada». EFE