Estados Unidos confirmó que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, es la primera persona afectada por las sanciones impuestas por el entonces presidente estadounidense, Donald Trump.
Según informó la agencia EFE, el nombre de Khan fue incluido en un anexo de la orden ejecutiva firmada por Trump la semana pasada, dirigida a sancionar a funcionarios de la CPI.
Esta decisión se produjo después de que la CPI emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra en Gaza.
Las sanciones implican la congelación de activos en Estados Unidos y la prohibición de entrada al país tanto para los sancionados como para sus familias (cónyuges e hijos).
LA RESPUESTA DE LA CPI
La Corte Penal Internacional (CPI) rechazó la designación del fiscal Karim Khan como objetivo de sanciones por parte del Gobierno de Donald Trump.
Además, la CPI afirmó que continuará cumpliendo con su mandato judicial, independientemente de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
«La Corte está comprometida a seguir ejerciendo su mandato judicial en beneficio de millones de víctimas inocentes de atrocidades», declaró la CPI en un comunicado.
La orden ejecutiva de Trump también criticó a la CPI por establecer una «equivalencia moral inaceptable» al emitir órdenes de arresto contra líderes israelíes y un comandante de Hamás de manera simultánea.
Según un documento informativo de la Casa Blanca, esta acción se considera una amenaza a la soberanía de Estados Unidos y a su política exterior.
La medida ha sido apoyada por algunos sectores que consideran que la CPI ha excedido sus facultades, pero también ha sido criticada por quienes defienden la independencia y la integridad del tribunal internacional.