No es un capricho. Los docentes en Carabobo no están negados a volver a las aulas pero exigen que, tanto ellos como los alumnos, sean incluidos en las jornadas de vacunación contra el COVID-19, tal como lo recomienda la Unicef.
Desde esta institución se advirtió que la pandemia ha causado estragos en la enseñanza de los niños de todo el mundo y que la inmunización es una medida fundamental para que vuelvan a estudiar de nuevo en la modalidad presencial.
Es una realidad que desde el Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza (Sitraenseñanza) en Carabobo han advertido de forma tajante, en la voz de su secretario general, Juan Tortolero.
“Recomendamos al gobierno a tomar medidas que se ajusten a la realidad, lo que se haga en función al retorno a clases debe ser con pasos firmes, no podemos poder en riesgo la salud del pueblo con decisiones que no son planificadas sino imprevistas. Volver a las aulas no puede ser improvisado sino con el cuidado necesario ”.
Hasta ahora ninguna de las federaciones de docentes ha sido convocada darle a conocer cómo será la planificación en este nuevo esquema en cuanto a distanciamiento, tipo de actividades a realizar y prevención. “Los representantes tienen que jerarquizar entre educación y salud”.
Fue insistente al aclarar que sin vacunación los docentes no retornarán a las escuelas. “Ese es el muro de contención que se necesita. Ya la OMS ha dicho que por lo menos 50% de población debe estar vacunado para controlar cifras de contagio, y aquí en Venezuela están aumentando. Los maestros y alumnos deben estar en primera fila de la vacunación”.
Temor latente
Pero no solo los maestros cuestionan este llamado a clases. Los padres y representantes sienten que no es la mejor opción. Yesenia González tienes tres hijos y, aunque se le complica el día a día entre sus labores profesionales, atender el hogar y cumplir con las asignaciones educativas, prefiere seguir en la modalidad online.
“Serían muchos niños en un salón y existe mucho peligro de que se vayan a contagiar, hay personas que no tienen cómo trasladarse y se tienen que ir en camioneticas, y ahí está el riesgo, en ese proceso, mientras van y regresan”.
Ella vive cerca del colegio y llevaría y buscaría a sus hijos caminando, aun así tiene medo. “Hay mucha gente en las calles que no usa tapabocas, uno va al mercado y se ve que la gente no se está cuidando. Por eso debemos proteger a los niños que han estado inmunizados en la casa, pero si los comenzamos a sacar así nos contagiamos todos, puede haber un brote”.
Sus hijos estudian en un colegio privado y, desde que comenzó la cuarentena, todo se ha manejado por Whasapp. “Pero no es fácil. A veces tenemos internet, otras no. Hay semanas en las que la maestra no se puede ni comunicar, ni nosotros con ella, se van acumulando las tareas, no es fácil porque no somos profesionales en esa área”.
Sin condiciones laborales
Además de la exigencia de la vacunación, los docentes simplemente no pueden llegar a sus puestos de trabajo. Con salarios de hasta cuatro dólares al mes, es imposible para ellos pagar un millón 600 mil bolívares en dos días de pasaje.
“El transporte público está en 100 mil pero lo van a aumentar a 400 mil y nosotros cobramos poco más dos millones de bolívares en una quincena”, relató Tortolero.
José Gregorio Medina, del magisterio carabobeño, aseguró que la dirigencia sindical rechaza la forma unilateral cómo el ejecutivo nacional hizo el llamado a clases sin condiciones mínimas de bioseguridad y sin un plan de vacunación para maestros.
“Exigimos un plan de salud con vacunas y HCM digno, así como un salario amparado en artículo 91 de la Constitución. No nos negamos a dar clase perohttps://youtu.be/fc9iRkxKtWY necesitamos condiciones mínimas”.
Es un punto de coincidencia. Luis Guillermo padrón, presidente de junta sindical transitoria de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) en Carabobo, calificó la medida como irresponsable. “Cuando algunos planteles iniciaron la modalidad semipresencial hubo varios docentes que se contagiaron, incluso que fallecieron”.
Para él, ni siquiera las clases online funcionan porque, según sus números, más del 60% de los alumnos no entregó las asignaciones por fallas en la conectividad y aumentó considerablemente la deserción.
“Estamos en riesgo. Hacemos un llamado a la autoridades a no cometer esa locura porque estamos seguros que no nos darán tapabocas, guantes, gel, ni se respetará la separación de los alumnos”.
A esto se suma que solo en Carabobo hay mil 700 escuelas nacionales y 342 estadales y “ninguna está acondicionada para recibir alumnos, 98% está en abandono total sin agua, sin gas, sin mantenimiento y sin internet”.