Las esperanzas están centradas en que avance el mecanismo para establecer el ajuste de salario. Es una de las aspiraciones de Fedecámaras Lara y de los trabajadores. Confían que no se archiven las propuestas en la tercera reunión con la delegación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), junto autoridades del gobierno nacional, empresariado de Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV).
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA
Según Pablo Chirinos, titular de Fedecámaras Lara, se tienen varias propuestas pero también se debe oír a los trabajadores. Se llevan a consulta en las organizaciones y se establece el convenio. «Tenemos la mejor expectativa para que la ciudadanía pueda tener calidad de vida», sugiere que el salario en el país debería ser equivalente al de países cercanos, para evitar la emigración.
Asegura que lo que devenguen las personas por su trabajo ayuda a la economía de un país, por su aporte social, por lo que debe haber disposición de las partes para la reactivación económica.
Los testimonios en la calle se mezclan entre el alivio del posible avance y la resignación de llegar a quedar «engavetado» el acuerdo, en espera indefinida.
José Bracho es un vendedor y señala que lo más conveniente sería que se empiece a formalizar cada propuesta, sin seguir sacrificando a los venezolanos.
La desconfianza de Edgar Peña es al extremo y considera casi imposible que se agilice nada durante este gobierno. «¿Cuáles esperanzas si ni siquiera le prestan atención a la educación y salud?», se pregunta en tono de ironía.
Para Miguel Yustiz, esta reunión debería ser de gran provecho para superar las limitaciones de la población en general. «Un salario suficiente es lo más justo para la familia, porque implica calidad de vida», lamenta el esfuerzo diario para poder garantizar el sustento del hogar.
Oscar Perdomo, como vendedor informal, opina que hay empezar por analizar las condiciones de la producción en el país. «No se trata solo de exigir, sino también pensar de dónde sacará el patrono esos recursos», advierte de acuerdo a su cotidianidad, de lo difícil que le resulta reponer sus chucherías.
Cualquier expectativa está en afirmativo y así apostar al desarrollo económico nacional. Salario suficiente es sinónimo de calidad de vida.