Con Informacion de Euronews
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha instado a los padres a evitar que sus hijos participen en los altercados violentos que están ocurriendo en varias ciudades del país.
Ante esta ola de violencia, Francia ha desplegado vehículos blindados en las calles para hacer frente a los disturbios nocturnos, que ya han resultado en alrededor de 900 detenciones y 2000 vehículos quemados.
Estos disturbios surgieron después de que un policía disparara mortalmente a un adolescente en Nanterre, un suburbio de París. Macron decidió abandonar antes de tiempo una cumbre europea para hacer frente a esta crisis interna.
El presidente Macron ha enfatizado la importancia de la responsabilidad parental y ha destacado que aproximadamente un tercio de los detenidos son menores de edad. Ha instado a los padres a mantener a sus hijos en casa y ha dejado claro que no es función del Estado reemplazar el papel de los padres en la crianza de sus hijos.
Además, Macron ha condenado los llamamientos a la violencia realizados por algunos jóvenes en las redes sociales. Los padres cuyos hijos participen en actos violentos podrían enfrentar multas de hasta 30 000 euros y penas de hasta 2 años de cárcel.
Por otro lado, Jean Castex, presidente de la RATP (Régie autonome des transports parisiens), ha informado sobre los daños sufridos en el transporte público, que ya ascienden a alrededor de 8 millones de euros. Castex mencionó que varios autobuses y un tranvía fueron incendiados durante los disturbios, lo que ha incrementado significativamente los costos para la compañía de transporte.
Se están realizando comparaciones entre los actuales disturbios y los eventos ocurridos en Francia hace casi 20 años, cuando estallaron protestas en todo el país tras la muerte de dos adolescentes que fueron electrocutados mientras huían de la policía en un suburbio de París. Los residentes de los suburbios consideran que esto refleja la discriminación y el abuso que a menudo sienten por parte de las autoridades francesas.
La tarea que tiene por delante el presidente Macron es inmensa, ya que debe abordar estos agravios y desafíos que los gobiernos anteriores no lograron o no quisieron enfrentar.