El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, inició los debates el viernes con un llamado a las potencias mundiales para que creen un orden más justo, y expresó su preocupación por el «fracaso» de las naciones en desarrollo. Durante la segunda jornada de la Cumbre del G77+China en Cuba, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula, instó a los países pobres a unirse frente a las importantes transformaciones globales en curso.
El foro del G77+China informó que participaron 114 representaciones en los debates y la inauguración. Este grupo representa al 80% de la población mundial. Lula destacó que hay dos grandes transformaciones en marcha: la revolución digital y los cambios energéticos a nivel global. Afirmó que estas transformaciones no pueden ser controladas únicamente por las economías ricas, ya que esto perpetuaría la relación de dependencia entre el centro y la periferia. Lula enfatizó la importancia de que los países del sur actúen juntos para enfrentar estos desafíos.
Los anfitriones de la cumbre, que ostentan la presidencia temporal del G77+China hasta fin de año, expresaron su acuerdo en cuanto a la necesidad de una reforma profunda de la arquitectura financiera internacional para que sea verdaderamente representativa y responda a las demandas legítimas de los países en desarrollo. Durante la cumbre, líderes de todos los continentes tomaron la palabra, incluyendo a Gustavo Petro de Colombia, Nicolás Maduro de Venezuela, Mahmoud Abbas de Palestina y el vicepresidente iraní Ruhollad Dehghani Firouz Abadi. Muchos de los participantes también expresaron demandas regionales o nacionales dirigidas a las grandes potencias.
En representación de China, Li Xi, miembro del Comité Central del Partido Comunista, aseguró que el gobierno chino está comprometido en reducir las brechas digitales a través del cambio tecnológico. El lema de la cumbre fue «Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación» y se espera que contribuya a los debates en las Naciones Unidas.
POR EFE