Ali Bongo Ondimba, el Presidente de Gabón, ha sido destituido por oficiales rebeldes, poniendo fin a su mandato que comenzó en 2009, sucediendo a su padre, Omar, quien gobernó el país durante más de cuatro décadas.
La etapa de Bongo en el poder estuvo marcada por elecciones disputadas y un derrame cerebral que generó dudas sobre su capacidad para gobernar y desencadenó un pequeño intento de golpe de Estado. A pesar de estos desafíos, Bongo buscaba un tercer mandato en las elecciones presidenciales del pasado sábado.
Realizó una intensa campaña, visitando diferentes regiones del país y llevando a cabo visitas internacionales de alto nivel. Además, destacó la importancia de Gabón como protector de los bosques.
A pesar de las afirmaciones de la oposición de que habían ganado las elecciones, la autoridad electoral nacional declaró a Bongo como el ganador con el 64,27% de los votos.
Sin embargo, solo una hora después de este anuncio, un grupo de oficiales militares pronunció un discurso televisado en el que afirmaban estar «poniendo fin al régimen actual», disolviendo todas las instituciones de Gabón y anulando los resultados electorales. Posteriormente, se emitió un segundo video en la televisión estatal en el que se informaba que el presidente y otros miembros del gobierno habían sido detenidos por varios cargos.
La población salió a las calles para celebrar la destitución de Bongo, cantando el himno nacional junto a los soldados rebeldes.
Esta agitación contrasta con el inicio privilegiado en la vida de Bongo, quien nació en Brazzaville, en el Congo, cuando el país aún era parte del imperio colonial francés en rápida contracción. Durante mucho tiempo, fue conocido como «Monsieur Fils» (Señor Hijo), debido a su estatus como el hijo de la rica familia gobernante.
Bongo comenzó su carrera en la música, grabando un álbum en 1977 bajo el nombre de Alain Bongo. Sin embargo, abandonó la industria del entretenimiento para ingresar a la política, cambiando su nombre a Ali Bongo y convirtiéndose al Islam, al igual que su padre.
Su padre, conocido como un cleptócrata y uno de los hombres más ricos del mundo debido al petróleo de Gabón, ejerció el poder desde 1967 y fue uno de los pilares de la controvertida estrategia conocida como «FrancAfrique», en la que Francia mantuvo vínculos estrechos con sus antiguas colonias africanas a través de relaciones corruptas y violaciones de los derechos humanos.
La relación de la familia Bongo con Francia ha sido objeto de escrutinio judicial en los últimos años, con varios miembros de la familia enfrentando investigaciones y acusaciones de malversación, lavado de dinero y corrupción.
Bongo desempeñó un papel importante como lugarteniente de su padre, viajando por todo el mundo y estableciendo contactos durante el auge del petróleo. Sin embargo, sus detractores argumentan que carece del carisma y la habilidad comunicativa de su padre.
Si bien asistió a prestigiosas escuelas y estudió Derecho en Francia, Bongo no aprendió ninguno de los idiomas locales de Gabón, lo que fue una gran desventaja para conectarse con la población. Además, durante años tuvo que enfrentar rumores de que era un extranjero adoptado debido a su lugar de nacimiento y a que nació fuera del matrimonio.
Su estilo de vida extravagante, especialmente su colección de lujosos automóviles, generó críticas en un país marcado por la pobreza a pesar de la riqueza petrolera.
Después de una breve experiencia como Ministro de Asuntos Exteriores en 1989, Bongo regresó al gobierno en 1999 como Ministro de Defensa. Luego, asumió el cargo de presidente tras la muerte de su padre en 2009.
A lo largo de su presidencia, Bongo intentó presentarse como un agente de cambio, prometiendo renovación e innovación. Sin embargo, su imagen se vio afectada por un derrame cerebral en 2018, que lo mantuvo alejado de la vida pública durante 10 meses y provocó un breve intento de golpe de Estado.
A pesar de estos desafíos, Bongo se embarcó en una campaña de renovación de imagen, presentándose como un líder enérgico que lucha contra la corrupción en su círculo íntimo. También propuso proyectos para diversificar la economía, abrir los mercados a inversores asiáticos, reducir el sector público y promover los recursos ambientales de Gabón.
El intento de golpe de Estado en Gabón se produce después de que soldados rebeldes derrocaran recientemente al gobierno elegido democráticamente en Níger. Este levantamiento es el último de una serie de golpes de Estado que desafían a los gobiernos con vínculos con Francia, la antigua potencia colonial de la región. En caso de que tenga éxito, la rebelión en Gabón elevaría a ocho el número de golpes de Estado registrados en África central y occidental desde 2020.
En su discurso del Día de la Independencia en agosto, Bongo afirmó que no permitiría que Gabón fuera víctima de intentos de desestabilización y prometió proteger al país y a su gente.
Hasta aquí trajo el rio a Bongo.
Los comentarios están cerrados.