La presidencia de Donald J. Trump está llegando a su fin, pero eso no implica que no queden aún batallas por disputarse. El miércoles 6 de enero, el Congreso de Estados Unidos debe ratificar la victoria de Joe Biden basada en los votos electorales recibidos el pasado 3 de noviembre.
Ayer asumió el nuevo Congreso y ya se sabe que al menos 12 senadores y unos 140 congresistas piensan disputar los resultados de las elecciones en algunos estados del país, tratando de beneficiar al presidente Trump.
El miércoles los senadores tendrán dos horas para debatir lo que consideren necesario sobre los resultados electorales. Se espera que la mayor parte de los senadores republicanos acaten son objeción los resultados, pero hay quienes ya han adelantado que la reunión no se reducirá a un mero formalismo.
El senador Josh Hawley, por Misuri, fue el primero en anunciar que se opondría a los resultados. De inmediato, se sumó Ted Cruz, senador por Texas, quién además pudiera ser uno de los presidenciables en 2024.
“Tengo la intención de disputar los votos electorales de los estados que están en duda, a menos que se apruebe una auditoría de diez días. No podemos comprometer la integridad de nuestro proceso electoral”, declaraba Cruz durante el fin de semana.
A Hawley y Cruz se sumaros una decena de legisladores de la cámara alta: Marsha Blackburn, de Tennessee; Mike Braun, de Indiana; Steve Daines, de Montana; Bill Haggerty, de Tennessee; Ron Johnson, de Wisconsin; John Kennedy, de Louisiana; James Lankford, de Oklahoma; Cynthia Lummis, de Wyoming; Roger Marshall, de Kansas; y Tommy Tuberville, de Alabama. Buena parte de ellos van a reelección en este próximo año.
Los doce senadores publicaron una carta pública el fin de semana en la que confirman que votarán para rechazar la victoria de Joe Biden, aunque reconocen que difícilmente esto vaya a cambiar el resultado final de la elección.
Por su parte, hay 16 senadores que han anunciado que votarán a favor de la ratificación de los votos electorales. Entre este grupo hay senadores que han sido muy vocales, como el ex candidato a la presidente, Mitt Romney, quien le ha pedido a sus colegas que piensen en el bien de la nación y el partido por sobre un “cálculo político a corto plazo buscando votos de los seguidores de Trump”.
La gran sorpresa la pueden dar los 22 senadores republicanos que aún no han confirmado públicamente su posición. Si bien todo indica que la mayor parte de ellos ratificará la victoria de Biden, puede haber complicaciones el miércoles.
Entre los que no han confirmado públicamente su posición están los dos senadores de Florida, Rick Scott y Marco Rubio. Fue precisamente Rubio quien recibió una manifestación frente a su hogar en Miami, el pasado sábado, por parte de un grupo de seguidores del presidente Trump que le reclamaba que lo apoye en la sesión del miércoles.
Unas dos docenas de floridanos con gorras rojas que leían MAGA (Make America Great Again, Hagamos a Estados Unidos Grande nuevamente, la frase insignia del presidente Trump), se presentaron frente a la casa del senador en West Miami. Con carteles en mano en los que se observaban frases como “Rubio te estamos mirando”, “frenen el robo de la elección” o “necesitamos un nuevo partido”, algunos seguidores del presidente están dejando en claro que pese a que Trump deje la Casa Blanca muy pronto, su influencia en parte del electorado sigue intacta.