La salida de Néstor Reverol no se ha quedado en una simple movida estratégica del régimen dictatorial de Nicolás Maduro. No es el repetitivo movimiento de puestos de poder a que nos tiene acostumbrado la dictadura que sólo confía en sus más cercanos y siniestros personajes. La realidad es que el descaro de Reverol al frente del Ministerio Interior y Justicia, puso en jaque la misma seguridad tan rígida de Maduro y el malestar de los cubanos que están dentro del cerco militar del dictador venezolano.
Ya los cubanos habían advertido de la desmedida manera en la que Reverol quería imponer toda una plataforma de poder que incluso le permitiera protagonizar en algún momento negociaciones con el gobierno de Estados Unidos. Para ello, empezó acumular y tejer una extensa red de corrupción que le permitiera asaltar el poder y erigirse como un personaje fundamental en una hipotética negociación política.
Pero para que eso ocurriera, Reverol empezó a tomar control de los organismos de seguridad como lo son la Guardia Nacional Bolivariana, Sebin, CICPC y el propio FAES.
Además, incautó en muchas ocasiones sin procedimientos jurídicos algunos, aeronaves para que su estrategia estuviera absolutamente blindada, incluso en el caso de que debiera huir del país. Esta información la conoce con exactitud Maduro, pero lo que más sorprende es que con la anuencia del fiscal constituyente Tarek William Saab, generaron una componenda para dirigir las instituciones más
Por ejemplo, una de las que más le ha costado llegar es la del Tribunal Supremo de Justicia, Reverol incluso hoy día ha manifestado a sus allegados que fue el mismo Maikel Moreno quien le presentó pruebas a Maduro sobre los vínculos del general con actividades irregulares. Ante esto, el funcionario se ha aliado con Tarek William Saab para presentar un informe que involucre a Moreno en actos de corrupción dentro del Poder Judicial.
De igual forma, Reverol ha recurrido hasta Diosdado Cabello, para que lo ayude en ese propósito, alegándole que el próximo año será necesario el control tanto de las fuerzas militares y las fuerzas judiciales del TSJ. Por ello, Reverol le ha pedido a Cabello ser su candidato para relevar a Padrino López y de la bendición a la toma del Tribunal Supremo de Justicia por medio de Tarek William Saab.
La disputa de Reverol sigue siendo muy fuerte, porque ha invertido su esperanza en no quedar fuera de negociaciones, tomando en cuenta que las acusaciones que vienen de Estados Unidos por su relación con el tráfico de drogas le será muy difícil de sortear sino controla la Fuerza Armada y el Poder Judicial.
Hasta esta hora, Reverol despacha desde una quinta que le fue incautada al narcotraficante el Loco Barrera, con su única y obsesiva necesidad de controlar las instituciones que sostienen al régimen de Maduro.
Sólo habrá que esperar que opina Maduro en su círculo más cercano, pero es evidente que la suerte de Reverol cada vez se ve más disminuida en ese propósito.