El humo blanco ha emanado de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo que los 133 cardenales reunidos en Cónclave han llegado a un acuerdo y elegido al nuevo Papa, sucesor de Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril.
Las campanas de la Basílica de San Pedro han comenzado a repicar, haciendo eco de esta trascendental noticia en todo el mundo. La Iglesia Católica tiene un nuevo líder.
En estos momentos, el recién electo Pontífice se dirige a la sacristía, conocida también como la «sala de las lágrimas», donde se vestirá con los hábitos papales antes de hacer su primera aparición pública.
Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro aguardan con fervor la primera aparición del nuevo Papa desde el balcón central de la Basílica. Allí, el Sumo Pontífice impartirá la solemne bendición «Urbi et Orbi» («a la ciudad y al mundo»), una tradición reservada para el día de su elección, el Domingo de Resurrección y la fiesta de Navidad.
La fumata blanca, señal inequívoca de la elección, se hizo visible a las 18:07 hora local (16:07 GMT), marcando un momento de profunda significación para los católicos de todo el planeta. Las campanas del Vaticano resonaron inmediatamente después, confirmando la noticia.
Ahora, el cardenal electo será formalmente interrogado por los cardenales sobre su aceptación del pontificado y deberá comunicar el nombre papal que ha elegido para su ministerio. El mundo espera con expectación conocer la identidad del nuevo líder de la Iglesia Católica.