La hiperinflación prolongada como la que se está viviendo en el país, que ya acumula tres años, es un fenómeno extraño pero agresivo, que ha traído como consecuencia la destrucción del bolívar como nuestra moneda y ya no sirve como referencia de precios, asegura el economista y socio de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
Juan Bautista Salas | IMP
Advierte que de allí que la gente cuando ve un precio en bolívares, hace la referencia a dólares, porque ya muchos comerciantes, perdiendo un poco el temor ya están colocando sus precios en dólares, que hoy es una referencia mucho más adecuada, pero que a la vez refleja la destrucción del poder adquisitivo de los venezolanos, el nivel tan precario de los sueldos que, incluso en el sector privado, donde los sueldos son muy superiores al sector público y no necesariamente están atados al salario mínimo legal, siguen siendo extremadamente bajos cuando lo comparas con otro país de la región.
Por otra parte, al referirse a la deuda pública de la República, el especialista comienza por señalar que estamos en default desde hace tiempo y esto en su momento nos va a pasar las facturas.
“El día en que Venezuela intente o quiera normalizar su situación económica, que esperemos sea pronto, y comience un proceso de reconstrucción del país y tomemos las medidas necesarias para que el país empiece a cerrar la brecha que tiene con el resto de sus vecinos, el tema de la deuda va a sonar bastante, creo que allí va a ser mucho más complicado y va a ser paradójico, porque probablemente quienes estén al frente del Estado, no van a ser los que provocaron la debacle y el proceso de impago de deuda, los que tendrán que enfrentar esta situación”.
Señala que de hecho esto comienza a observarse, recordando que muchos de los juicios y sentencias que han salido en los últimos años, están yendo contra los pocos activos que tiene Venezuela en el exterior. Señala que cuando se deja de pagar algo y en este caso Venezuela lo hizo “con alevosía” los acreedores buscan de alguna forma cobrar su plata y van directamente contra los activos, admitiendo que la República tiene unos pasivos totales que pueden acercarse a los US$ 140.000 millones, agregando que los activos en el exterior de la República, no llegan al 10%, advirtiendo que los acreedores saben esto y los más aventajados quieren cobrar de primeros, quieren tomar los activos rápidamente, para tener su plata porque mucha gente no va a poder cobrar, dado que Venezuela es una economía que se ha reducido bárbaramente, señalando que en estos momentos en materia de endeudamiento, Venezuela está como el primer país a nivel global, incluso por encima de Japón, que siempre ha a parecido como uno de los países más endeudados del mundo