Inseguridad y crisis económica, los principales del próximo presidente de Ecuador

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El próximo presidente de Ecuador se enfrenta a importantes desafíos, como la inseguridad y la crisis económica. Con solo diecisiete meses para liderar un país políticamente complejo, el próximo mandatario también deberá lidiar con los efectos del fenómeno de El Niño y una posible reducción de ingresos si se aprueba un plebiscito para dejar en tierra un importante yacimiento petrolero en la Amazonía.

Después de que el conservador Guillermo Lasso disolviera en mayo pasado la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, se convocaron elecciones anticipadas. Ahora, ocho candidatos compiten por la presidencia y el ganador deberá completar el mandato de Lasso, que finalizaba en 2025 pero no se presenta a la reelección.

La inseguridad es una de las mayores preocupaciones en Ecuador. El país cerró el año 2022 con la tasa más alta de muertes violentas de su historia y se espera que este año la cifra supere los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes. La violencia, atribuida al crimen organizado y al narcotráfico, ha alcanzado niveles alarmantes, con asesinatos de candidatos presidenciales y autoridades locales.

Las cárceles también son un foco de violencia, con más de 400 reclusos asesinados desde 2020 en masacres entre bandas rivales. Además de los impactos sociales, la inseguridad tiene un alto costo económico y afecta la producción y el consumo, lo que a su vez afecta la inversión y el crecimiento.

El próximo presidente también enfrentará un entorno económico complejo. La situación externa se ha deteriorado, las tasas de interés internacionales están subiendo y el financiamiento externo se vuelve más costoso y escaso. Además, el mercado de capitales está cerrado para el país. La caída en los precios del petróleo y los posibles efectos del fenómeno de El Niño agregan más incertidumbre a la economía ecuatoriana.

El domingo se llevará a cabo un plebiscito para decidir si se detiene la explotación del bloque 43-ITT en el Parque Nacional Yasuní, lo que significaría una reducción significativa de los ingresos fiscales. Todo esto se suma a la incertidumbre política, ya que en 2025 se celebrarán nuevas elecciones y aún se desconoce la composición de la Asamblea Nacional después de las elecciones del próximo domingo.

Ante estos desafíos, los expertos sugieren que el próximo presidente declare la emergencia en el sector de seguridad para facilitar la compra de equipamiento y tomar medidas excepcionales. También se necesitará una coordinación estrecha con las autoridades locales para hacer frente a los efectos del fenómeno de El Niño. Generar empleo será clave, pero eso solo será posible si se crea un clima de certidumbre en el país, que pronto estará inmerso en una nueva campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2025.