El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue el gran derrotado en las elecciones municipales del domingo, las primeras que han puesto al dirigente a prueba desde que asumió el cargo en enero del 2019. Ni los candidatos que apoyó ni el partido que le llevó a la presidencia tuvieron buenos resultados. La sorpresa de la jornada vino de la mano de Guilherme Boulos, líder del Movimiento Sin Techo (MST) y del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que sin recursos de campaña pasó a la segunda vuelta en São Paulo, la mayor ciudad del país.
Boulos, un activista social de 38 años, acabó la votación con el 20% de los votos de la urbe de casi 13 millones de habitantes, yendo a la segunda vuelta con el actual alcalde, Bruno Covas, un joven socialdemócrata heredero político del expresidente Fernando Henrique Cardoso. En ascensión constante desde que comenzó la campaña sin ninguna oportunidad, Boulos logró crecer con el apoyo de su segunda, la exalcaldesa Luiz Erundina, de 85 años, y se ha convertido en el «outsider» de la jornada, en la que los brasileños votaron por 5.570 alcaldes.
De los trece candidatos a la alcaldía que contaron con el apoyo de Bolsonaro, apenas dos pasaron a segunda vuelta, el pastor evangélico Marcelo Crivella, que busca la reelección en Río y el Capitán Wagner, en Fortaleza. Otros dos fueron reelectos en dos pequeñas alcaldías, en los estados de Piauí y de Minas Gerais. Bolsonaro, que en tres décadas de vida política, cambió nueve veces de partido, abandonó el Partido Social Liberal (PSL), con el que llegó a la presidencia. La agrupación tampoco tuvo un buen desempeño en la disputa municipal.
De los 45 candidatos a concejal que Bolsonaro apoyó a lo largo de Brasil, solo se eligieron nueve, entre ellos su segundo hijo, Carlos Bolsonaro, el responsable informal de sus redes sociales, que ha sido reelegido para el cargo, pero con 36 mil votos menos que en su postulación anterior. Los cuatro favoritos de Bolsonaro, respaldados en sus redes en la víspera de la votación, perdieron, y el mandatario borró esos mensajes al conocer los resultados. En São Paulo, Celso Russomano, su candidato, lideraba las encuestas y sus datos cayeron en picado cuando asumió su vínculo con Bolsonaro.
Pese a tener un buen desempeño por el país con posibilidades de lograr 15 alcaldes en ciudades con más de un millón de habitantes, el Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, perdió bastiones importantes tanto en São Paulo, donde su candidato Jilmar Tatto quedó en sexto lugar, como en las ciudades del llamado ABC paulista, cinturón de municipios periféricos que vio nacer al expresidente y lider sindical, en los 80.