El papa Francisco autorizó los decretos que darán a la Iglesia cuatro beatos que representan provenientes de América del Sur y Europa
El doctor José Gregorio Hernández, el médico de los pobres, ya es beato.
En audiencia con el cardenal Angelo Becciu, el papa Francisco autorizó los decretos que darán a la Iglesia cuatro beatos que provienen de América del Sur y de Europa, todos con vocación de servicio a los pobres, a la nación y los jóvenes, informó el sitio de noticias de la Santa Sede, Vaticano News.
«Una fe viva lo acompañaba siempre: para él la medicina era una misión, sobre todo para los más necesitados. A menudo compraba medicinas para sus pacientes y en lugar de pedirles dinero por la consulta, se las daba», indica la página web del Vaticano en la descripción de José Gregorio Hernández.
El doctor es beatificado por el milagro de la niña Yaxury Solórzano, ocurrido en 2017 cuando ella tenía 10 años de edad.
La menor y su papá fueron interceptados por delincuentes para robarles la moto en el sector Mangas Coveras del estado Guárico. Los antisociales dispararon y una de las balas hirió en la cabeza a la niña, que quedó en estado de gravedad.
Por lo ocurrido Yaxury podía quedar con discapacidad severa, así que su madre pidió auxilio al «Médico de los pobres». Más de 20 días después Solórzano estaba sana.
Los otros tres beatos autorizados son el argentino Mamerto Esquiú, a quien se le atribuye el milagro de curar una niña con osteomielitis; el alemán Francisco María de la Cruz, fundador de la Sociedad del Divino Salvador y de la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador; y la italiana María Laura Mainetti, quien fue asesinada por odio a la fe por tres jóvenes en junio del año 2000.
«Tenemos que prepararnos»
«La beatificación de José Gregorio Hernández es inminente, pero no hay un lapso de tiempo para que se produzca», afirmó en una entrevista reciente a El Nacional Gregori Lobo, vicario parroquial de la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, quien ha subrayado que José Gregorio Hernández no es una persona más sino un sentimiento de país.
«Todos tenemos algo que contar de él», afirmó.
Ese sentimiento ha calado incluso a la cultura: como parte de la campaña «¿A dónde vas, José Gregorio?» el artista Oscar Olivares tiene previsto develar un retrato.
Mientras que ya varios músicos se han unido para hacer una composición al Venerable.
«Estamos muy emocionados por el reconocimiento de su santidad y servicio. Hablamos de un apóstol de la paz», dijo Lobo.
Ya el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, había advertido en abril que los venezolanos tenían que estar preparados para la beatificación del doctor.
«Tenemos que prepararnos no solo para el acto de beatificación del doctor José Gregorio Hernández sino para la gran misión de unir a los venezolanos y reconstruir el futuro», dijo luego de que la Comisión de Teológica del Vaticano aprobó por decisión unánime el milagro del santo.
Dentro de 10 días se cumplen 101 años del trágico fallecimiento del Venerable: un accidente de tráfico la tarde del 29 de junio de 1919 acabó con su vida e impactó en una sociedad que le seguía y admiraba. Ahora el impacto es otro. Ya en el centro de Caracas celebran con fuegos artificiales, mientras los venezolanos siguen clamando por sus milagros y dándole gracias.