El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador advirtió además que se ausentará de la próxima Cumbre de las Américas, y enviará a un delegado, si Estados Unidos finalmente decide excluir a algún país de la región
Por AFP
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio por sentado este martes que «ya hubo un acuerdo con Venezuela» para que una empresa de Estados Unidos «extraiga un millón de barriles de petróleo diarios».
«Esto es bueno para Venezuela, para Estados Unidos y para el mundo», expresó el mandatario de izquierda durante su conferencia de prensa matutina.
En la misma comparecencia pública, López Obrador también advirtió que se ausentará de la próxima Cumbre de las Américas, y enviará a un delegado, si Estados Unidos finalmente decide excluir a algún país de la región.
«Si se excluye, si no se invita a todos irá una representación del gobierno de México, pero no iría yo, me representaría el canciller» Marcelo Ebrard, dijo.
«No quiero que continúe la misma política en América, y quiero, en los hechos, hacer valer la independencia y la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal. No estamos para confrontación, estamos para hermanarnos», agregó, admitiendo que su inasistencia sería una forma de protesta.
Consultada en Washington sobre las declaraciones de López Obrador, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que las invitaciones a la cumbre «aún no han sido emitidas» y se abstuvo de confirmar si Cuba, Nicaragua y Venezuela serán excluidos.
La cita tendrá lugar del 8 al 10 de junio en Los Ángeles.
«Política intervencionista»
El 8 de mayo, durante una visita a Cuba, López Obrador dijo que insistiría al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que convoque a todos los países y que cada cual decida si acude o no.
«Tenemos muy buena relación con el presidente Biden, lo consideramos un hombre bueno (…), pero no deja de haber todavía esa rémora de política intervencionista que lleva más de dos siglos», afirmó el martes López Obrador, quien dialogó telefónicamente con su homólogo estadounidense el 29 de abril.
La cumbre pondrá énfasis en la crisis migratoria, el cambio climático, el covid-19 y la «lucha por la libertad y la democracia», comentó Psaki.
En diciembre pasado, Biden celebró una cumbre por la democracia de la que quedaron excluidos Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, a cuyos gobiernos acusa de corrupción y de violaciones a los derechos humanos.
Las relaciones entre Washington y La Habana se han crispado más desde lo que la Casa Blanca califica como «ola de opresión» tras las inéditas protestas de julio de 2021 en la isla, que dejaron un muerto, decenas de heridos y 1.395 detenidos, según la ONG con sede en Miami, Cubalex.
Por otro lado, el gobierno de Biden no reconoce a los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y Venezuela, Nicolás Maduro, por considerar que fueron reelegidos en comicios fraudulentos.
Sobre el petróleo de Venezuela
El 14 de marzo, Estados Unidos aseguró que «por ahora» no está manteniendo contactos ni poniendo en marcha ningún plan para importar petróleo venezolano. Y confirmó que habló con Colombia para que aumente el suministro de crudo a escala global.
«No es algo sobre lo que estemos conversando de forma activa por ahora», dijo entonces Psaki, en una rueda de prensa.
La portavoz de la Casa Blanca respondió así a la pregunta de si está descartada la posibilidad de que Estados Unidos relaje sus sanciones petroleras a Venezuela para poder importar más crudo de ese país, una idea que la Casa Blanca se había planteado para estabilizar los precios del petróleo.
Esa posibilidad despertó críticas de legisladores de ambos partidos en Estados Unidos. Y también inquietud de aliados de Washington como el presidente de Colombia, Iván Duque.