La ingeniera paisa se ha trazado un camino de triunfos y está comprometida con ayudar a la comunidad latina en su paso por Estados Unidos.
Natalia de Greiff camina por las calles de Nueva York dejando en alto el nombre de su país. En cada rincón de la Gran Manzana ha encontrado historias de personas que, como ella, han logrado hacer frente a las adversidades y triunfar en una de las ciudades más importantes y retadoras del mundo.
Lleva cerca de tres años explorando las calles de Manhattan y, desde su oficina en uno de los rascacielos de la imponente ciudad, se dedica a buscar soluciones que presenta en los comités ejecutivos de uno de los gigantes tecnológicos: IBM.
Inicios y Formación
Sus sueños en el mundo de la tecnología comenzaron a tomar forma cuando se matriculó en la Universidad Eafit de Medellín para estudiar Ingeniería de Producción. De ahí saltó hasta Florida, en Estados Unidos, para perfeccionar su inglés.
Consiguió su primer trabajo en Colombia antes de graduarse y dio sus primeros pasos como profesional en Xerox, una de las empresas más grandes en producción de impresoras y fotocopiadoras.
Trayectoria en IBM
Tuvo el reto de aprender a trabajar en ventas y consiguió excelentes resultados que llevaron a que su nombre fuera postulado en otras empresas del mundo de la tecnología para los nuevos retos que estaban surgiendo.
Llegó a IBM por una “casualidad de la vida” y desde entonces ha ocupado importantes cargos en el gigante tecnológico.
“Yo no busqué a IBM. Mi llegada se dio por la adquisición de Informex. Ha sido un proceso superlindo, fue un proceso de aprender distintas cosas todo el tiempo y aprender de modelos de negocio”, comentó Natalia en diálogo con EL TIEMPO.
Experiencia Internacional
Natalia de Greiff salió de su casa en Medellín cuando Informex la llevó a trabajar en Bogotá, una ciudad que le dio alegrías y tristezas, tanto en su trabajo como en su vida personal.
“Me casé, tuve un hijo en Bogotá y me divorcié”, dijo Natalia en un corto resumen de lo que fue su paso por la capital.
Su hijo ha sido la fuerza para asumir retos y atreverse a recorrer el mundo. Estuvieron seis meses viviendo en Brasil mientras Natalia trabajaba, pero luego se mudaron a Ciudad de México para instalarse por casi seis años.
“Me decían que México era un país muy duro para el extranjero e irme en ese momento era irme con mi hijo de siete años. Era un riesgo gigante, pero lo hicimos, él creció en México. Tú decides cómo entrar en la cultura, aprender de la gente y valorar la oportunidad que tienes de vivir en otro país y representar tu país”, aseguró la ingeniera paisa.
Asumiendo Retos en Nueva York
Tras su regreso a Colombia, la ingeniera asumió el reto de mudarse a Estados Unidos y desde hace algunos meses ocupa la vicepresidencia de automatización para toda América.
“Mi rol dentro de la empresa no es solo desarrollar el proyecto de automatización, sino también desarrollar soluciones, casos de uso y casos de éxito a disposición de los clientes”, puntualizó Natalia sobre su oficio actual.
Compromiso con la Comunidad Latina
En diálogo con EL TIEMPO, Natalia de Greiff narró que lleva en el corazón su país de origen y que desde Nueva York trabaja en buscar soluciones para toda la comunidad latina que ha emigrado en busca de mejores oportunidades.
Considera que desde su oficio y creatividad puede ayudar a todos aquellos que como ella luchan por encontrar un espacio en un país desconocido, pero que trae consigo retos, sacrificios y vueltas en el camino.
“Tenemos que ver cómo le ayudamos a los colombianos. Nosotros usamos la inteligencia artificial para enseñarles a los empresarios a crear soluciones”, contó la ingeniera mientras explicaba cómo desde IBM se le ha dado especial atención a la población migrante.
Con sus ideas, las comunidades latinas de Manhattan y Queens han podido encontrar espacios para desarrollar y aprender nuevos modelos de negocio que puedan implementar en su paso por Estados Unidos.
Proyectos y Futuro
Entre sus proyectos también resalta la capacitación a latinos para entrenarse en inteligencia artificial y crear soluciones. “Todos los programas de desarrollo de habilidades son abiertos al mundo y nosotros tenemos que darlos a conocer”, aseguró.
Natalia también dedica parte de su tiempo a encontrar emprendimientos colombianos que pueda apoyar desde Estados Unidos y que complementen otro de sus gustos: la moda. Asegura que todo su clóset es de diseñadores de su país y que lleva cada una de las prendas con orgullo.
“Yo ahora que estoy en Estados Unidos llevo el lema de mi país con la ropa. Toda la ropa es de mi país y apoyo a los diseñadores para que apoyen la industria y es la responsabilidad que todos tenemos de llevar en alto el nombre de nuestro país”.
Finalmente, la ingeniera aseguró que lo que viene para su vida es incierto, pues está abierta a las oportunidades y los retos que se presenten en su camino.
“Siempre he aprendido que uno tiene que estar abierto a todas las posibilidades. En Nueva York estoy feliz y seguiré trabajando algunos años aquí. ¿Qué sigue? No lo sé, los resultados me lo van a mostrar”, concluyó Natalia.