Estados Unidos informó que no sabe a dónde se dirige. Y le restó importancia. Sin embargo, envió un submarino a Guantánamo.
Una flota de buques de guerra rusos, incluido un submarino de propulsión nuclear, zarpó del puerto de La Habana el lunes después de una visita de cinco días a Cuba tras ejercicios militares planificados en el Océano Atlántico. Y ahora nadie sabe cuáles son sus siguientes pasos.
Estados Unidos dijo este lunes no tener información del rumbo de la flotilla rusa. «No tenemos información sobre dónde está yendo, pero es importante verlo con perspectiva. Los rusos hacen esto cada pocos años, hacen una excursión a aguas caribeñas y latinoamericanas», dijo en una conferencia de prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Algunos han visto el ejercicio como una demostración de fuerza por parte de Moscú en el contexto de tensiones mientras Estados Unidos y otras naciones occidentales apoyan a Kiev en la guerra de Rusia contra Ucrania.The video player is currently playing an ad. You can skip the ad in 5 sec with a mouse or keyboard
El submarino, una fragata, un petrolero y un remolcador de rescate partieron lentamente del puerto el lunes por la mañanaEl submarino nuclear Kazan abandona La Habana. Foto: AP
No está claro cuál es el próximo destino de la flota ni dónde atracará a continuación en el Caribe, aunque funcionarios estadounidenses dijeron hace días que los barcos posiblemente también podrían hacer escala en Venezuela.
Funcionarios de la administración Biden dijeron la semana pasada que estaban monitoreando los buques y confirmaron que no representaban una amenaza para la región ni indicaban una transferencia de misiles. Aún así, Estados Unidos atracó un submarino, el USS Helena, en su Base Naval de la Bahía de Guantánamo en Cuba.
La base naval estadounidense, ubicada en la zona sureste de la isla a unos 1.000 kilómetros (625 millas) de la capital, La Habana, es considerada por el gobierno cubano como territorio ilegalmente ocupado.
Los barcos rusos llegaron a Cuba después de realizar ejercicios militares en el Océano Atlántico. Foto: YAMIL LAGE / AFP
La semana pasada, los barcos rusos llegaron al puerto después de que la flota realizó con éxito ejercicios militares en el Océano Atlántico, simulando un ataque con misiles contra objetivos que podrían estar a más de 600 kilómetros (375 millas) de distancia.
La flota, integrada por la fragata “Gorshkov”, el submarino de propulsión nuclear “Kazan”, el petrolero “Pashin” y el remolcador “Nikolai Chiker”, fue recibida en La Habana con una salva de 21 cañonazos.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, visitó el sábado la fragata e interactuó con los marineros, según una publicación del mandatario en la plataforma de redes sociales X, antes conocida como Twitter.
Mientras tanto, el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío rechazó la presencia del submarino estadounidense en la base de Guantánamo, afirmando que no era bienvenida ni invitada.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo la semana pasada que las escalas de Rusia en Cuba son “visitas navales de rutina” y no representan ningún peligro.
El jueves, un día después de su llegada, cientos de personas hicieron fila para visitar la fragata. El barco también estuvo abierto al público el sábado, lo que es una práctica habitual cuando los barcos llegan al puerto.
La patrullera de la marina canadiense Margaret Brooke entró en el puerto de La Habana el viernes.
Con información de AP y EFE