Una violación sistemática de los derechos humanos y un acelerado y notable deterioro de la calidad de vida de los venezolanos, representa el colapso de los servicios públicos en Venezuela, asegura la diputada Desiree Barboza, afirmando que hoy la cuarentena transcurre en medio de constantes apagones, sin agua potable, gasolina ni gas.
Juan Bautista Salas | IMP
Barboza señaló que en el estado Zulia hay racionamiento eléctrico 12 horas al día y, en algunas zonas de la entidad, los pobladores pasan hasta 20 horas sin luz. “En los estados Lara, Táchira y Trujillo ocurre lo mismo”.
Señaló que a las fallas eléctricas hay que sumarle el problema del suministro de agua potable en los hogares y la escasez de gasolina que afecta a todo el territorio nacional.
“Los venezolanos se ven en la obligación de caminar varios kilómetros para llevar un poco de agua potable hasta sus casas y poder sobrevivir”
La dirigente de Voluntad Popular afirmó que Venezuela está paralizada por la falta de combustible, asegurando que mientras en la capital pasan horas en cola para surtir los vehículos, en el interior del país la situación es más complicada ya que se convierte en días y semanas.
Sobre el caso particular de la entidad zuliana, Barboza denunció que desde hace dos meses no hay combustible en las estaciones de servicio. “Esto ha llevado al contrabando de la gasolina, ahora la venden entre uno y dos dólares el litro. Mientras la crisis se agudiza y profundiza, la dictadura sigue persiguiendo y encarcelando a quienes piensan distinto”, concluyó la legisladora, quien sostiene que seguirá trabajando hasta lograr una “Venezuela de progreso y libertad”.