Hacer cálculos políticos con base en datos inexactos no genera dividendos. Eso quedó una vez más demostrado con la llamada consulta popular organizada por el diputado Juan Guaidó, del partido extremista Voluntad Popular, con la que el opositor pretende mantenerse en el poder más allá del 5 de enero de 2021, fecha en la que fenece su curul en la Asamblea Nacional y su denominado interinato.
Sin observadores nacionales e internacionales que dieran garantías al proceso que se celebró entre el 7 y el 12 de diciembre, a través de las aplicaciones telegram y voatz, cuestionadas por su escasa fidelidad a lo interno de las mismas filas opositoras, la consulta resultó ser un fiasco, solo reivindicada por Guaidó y sus aliados internos y externos, entre ellos la Unión Europea, el Grupo de Lima y la administración Trump.
“Felicitaciones a los millones de venezolanos en todo el mundo y especialmente a aquellos dentro de Venezuela por enfrentar al régimen opresivo de Maduro a través de la consulta popular”, señaló el embajador virtual de Estados Unidos para Venezuela, James Story, quien despacha desde Bogotá, Colombia, nación vecina desde donde se planifican y ejecutan acciones violentas contra el país, entre ellas la denominada Operación Gedeón, mediante la que mercenarios intentaron desestabilizar el territorio nacional y secuestrar al presidente Nicolás Maduro.
Story se refería a 6.466.791 presuntos votantes que sufragaron en la consulta, cifra que posteriormente se desinfló y se ubicó en 5.794.267, reportaron sus organizadores en un segundo boletín informativo.
En la jornada del pasado sábado no hubo controles de participación para evitar que una misma persona depositara sus respuestas en más de un punto o que quienes ya hubieran votado en las aplicaciones no lo hicieran también con papeletas físicas. De esta forma, todo estaba servido para abrirle la puerta al fraude electoral y sepultar el mantra de elecciones libres, al que es muy dado Guaidó y los voceros de la derecha internacional que lo apoya sin cuestionamientos.
Fuera de la realidad
Para el periodista Eugenio Martínez, a quien la oposición y medios antichavistas identifican como experto en el tema electoral, esos resultados anunciados por el comité organizador de la consulta popular y alabados por el embajador estadounidense no están ajustado a la realidad.
“Hasta el viernes en la mañana solo habían participado 1 millón de personas vía digital. ¿Llegaron a 2,5 millones entre viernes y sábado?”, detalló Martínez en su cuenta en twitter, el periodista es un férreo opositor al chavismo.
Y agrega: “¿En tres mil mesas lograste movilizar 4 millones de personas hoy? ¿Bien contadas?”.
Y ante los cuestionamientos a sus señalamientos por parte del liderazgo opositor, Martínez espetó vía twitter al otrora diputado de Voluntad Popular Freddy Guevara: “Ustedes vendieron la consulta como un evento electoral. Así que es necesario evaluarlo como tal”.
Y es que la poca afluencia de votantes, en una jornada que se realizó en 6 días y ofrecía la facilidad de poder participar vía digital desde el exterior y el interior del país, demostró el distanciamiento de los opositores con su liderazgo, lo que recuerda a lo dicho por el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, cuando acota que la oposición carece de un líder.
El país del nunca jamás. El embajador Store, en la cuenta en twitter de la Embajada virtual de EEUU, dijo también que hubo “una gran asistencia de los venezolanos” a la jornada convocada por Guaidó.
La agencia EFE, acérrima opositora al chavismo, señaló en un reporte despachado ayer: “El presidente del Parlamento (Guaidó) soñaba con largas colas de votantes durante la jornada del sábado, única fecha en la que los venezolanos tuvieron la opción de depositar su papeleta de forma presencial. Sin embargo, tal y como captaron los objetivos de las cámaras, la realidad fue bien distinta. Escasos ciudadanos acudieron a los puntos de consulta a cuentagotas, sin tumultos, sin largas filas, sin aglomeraciones”.
El ex miembro fundador del partido opositor Movimiento al Socialismo (MAS), Enrique Ochoa Antich, en su twitter fue tajante al decir que la consulta de Guaidó alcanzó menos votos que los obtenidos por el Partido Socialista Unido de Venezuela, en la elecciones parlamentarias del pasado domingo 6.
“O sea, ¿tanta alharaca para sacar menos votos que el Psuv?” y agregó: “Increíble y patético ver a tantos y a alguna gente inteligente y culta celebrando esta consulta en el País de Nunca Jamás, sin consecuencia práctica alguna… ¡Crezcan!, por favor”.
Auditorias hechas cenizas. Para los organizadores de la consulta pareciera no importar despejar el manto de dudas y opacidad que cubrió el proceso desde su inicio, desarrollo y culminación.
Así como ocurrió en las primarias opositoras de la Mesa de la Unidad Democrática de 2012, en las que los organizadores quemaron y destruyeron el 100% de los cuadernos de votación, en esta consulta también se inutilizaron, lo que impide así constatar o verificar a través de una auditoría, como suele ocurrir en todo proceso electoral, los resultados que dicen se obtuvieron.
En fin, la opacidad en la consulta del interinato seguirá marcando el devenir de Guaidó.
“Perpetuarse en el poder”
Para los opositores críticos al G4 (AD, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia), la consulta popular de Juan Guaidó dejó más interrogantes que votos. “La abstención, por mucho que quiera ocultarse, estuvo allí” y “el evento contó con incongruencias que brotaban de manera progresiva a diario”, señala el medio digital opositor Panampost.
Y aunque los cuestionamientos siguen lloviendo, el dirigente del partido radical Voluntad Popular sigue empeñado en perpetuarse en el poder. Guaidó pidió días atrás el respaldo a sus seguidores, que de acuerdo con las encuestas merman cada día, para el próximo 5 de enero, cuando, dice, instalará de nuevo el parlamento que preside, que por ley termina ese día.