Al día siguiente del intenso intercambio de acusaciones y amenazas que el presidente Donald Trump y el multimillonario y exasesor presidencial Elon Musk sostuvieron en redes sociales para asombro del mundo entero, ambos hombres parecen no tener ganas de seguir con ese pulso, al menos por ahora y en público.
La mañana del viernes, en una entrevista telefónica con Jonathan Karl, corresponsal jefe del canal ABC en Washington, el presidente Trump pareció no darle demasiada importancia a la figura de su exasesor y a quien se consideraba hasta hace unos días el “primer amigo” de la presidencia.
“¿Te refieres al hombre que perdió la cordura?”, respondió Trump, según Karl cuando le preguntó por Musk y sobre los reportes de que tenía pautada una llamada telefónica con él más tarde este viernes.
Karl escribió en su cuenta de X que Trump le dijo que no estaba “particularmente interesado” en hablar con Musk sobre la pelea del jueves y que aunque aseguró el dueño de SpaceX quiere conversar, él no está listo para hacerlo.
El presidente luego se puso a hablar sobre la baja de la inflación, el aumento que asegura que hay en las inversiones extranjeras y sus planes de visitar China, en una conversación que tomó dos minutos, de acuerdo con el recuento que hace Karl.
Jornada de tregua entre Trump y Musk
La tregua empezó hacia fin de la tarde del jueves, cuando cesó el intercambio de mensajes en redes sociales. Trump en la suya, Truth, y Musk en la suya, X.
Después de sugerir que Trump debería ser sometido a ‘impechment’ y que suspendería el programa de naves espaciales Dragon de SpaceX, de las que depende NASA para muchas de sus misiones a la Estación Espacial Internacional, Musk pareció bajar el tono.
Cuando Bill Ackman, el multimillonario inversor de fondos de cobertura, publicó en redes sociales que ambos «deberían hacer las paces por el bien de nuestro gran país», Musk respondió: «No te equivocas» y dijo que no suspendería el programa Dragon.
La mañana del viernes, Musk se dedicó a retuitear mensajes relativos a sus empresas y no se refirió directamente al pulso con el presidente, salvo por un mensaje en el que se muestra un video de él en una entrevista en la que asegura que no le importa que le ofrezcan dinero o poder y que dirá lo que tenga que decir aunque por eso pierda dinero.
El Tesla rojo que Trump le compró a Musk está a la venta
Mientras tanto, en los estacionamientos de la Casa Blanca hay para la venta un Telsa rojo que Trump le compró a Musk para «solidarizarse» con el empresario cuando su empresa de autos eléctricos estaba siendo cuestionada por el trabajo de este en el recorte de empleos federales (y atacados concesionarios y autos).
De acuerdo con versiones de varios medios que hablaron con fuentes de la presidencia, Trump decidió vender el Tesla que adquirió en marzo en un inusual y cuestionado acto de promoción comercial desde la sede presidencial en el que Musk le llevó varios modelos de su marca.
Trump era un duro criticó de los vehículos eléctricos hasta que se alió con Musk y terminó comprándole un Tesla a «precio de mercado» (el modelo vale $80,000 en concesionarios), pe e a que las normas del Servicio Secreto no le permiten conducir.
A la espera de las definiciones entre Trump y Musk
Mientras algunos ponen en duda la legitimidad del encontronazo porque sospechan que sea un teatro político, o de su real importancia, considerando que ambos hombres son famosamente temperamentales, otros piensan que podría complicar el camino a la ley de impuestos y gasto fronterizo de Trump que ahora considera el Senado, que ha sido criticada por Musk.
Hasta ahora, la disputa entre Trump y Musk es una situación «fluida», que tiene tantas oportunidades de profundizarse como de desaparecer.
Una persona familiarizada con la postura del presidente dijo a la agencia AP que Musk quiere hablar con Trump, pero que el presidente no quiere hacerlo, o al menos hacerlo el viernes. La persona solicitó el anonimato para revelar asuntos privados.
Aun así, entre los sectores cnservadores que reverencia por igual a Trump y Musk, algunos mantenían la esperanza de que todo se calmara.
“Crecí jugando al hockey y no había un solo día que jugáramos al hockey, al baloncesto, al fútbol americano o al béisbol, a lo que fuera, en el que no nos peleáramos. Y luego peleábamos, y luego volvíamos a ser amigos”, dijo el presentador de Fox News Sean Hannity en su programa el jueves por la noche.
Y aunque Hannity reconoció que “se volvió personal muy rápido” aseguró que era “simplemente una importante diferencia política”.