La policía nicaragüense ha detenido a otro sacerdote católico que ha expresado críticas hacia el régimen, según informaron el lunes dos fuentes cercanas a la Iglesia a la agencia de noticias Reuters. Fernando Zamora, quien también tiene funciones administrativas en la diócesis de Siuna, fue arrestado en la capital, Managua, después de asistir a una misa presidida por el cardenal Leopoldo Brenes.
Con información de Infobae
Hasta el momento, no se conocen los cargos exactos que enfrenta Zamora y tanto el régimen como la policía no han respondido a las solicitudes de comentarios realizadas por Reuters.
En los últimos cinco años, la Iglesia Católica en Nicaragua ha sido objeto de la represión del régimen, con detenciones y expulsiones de sacerdotes y monjas del país. Las represalias incluyen una investigación generalizada por lavado de dinero contra el clero, lo que ha llevado al congelamiento de todas las cuentas relacionadas con la iglesia.
En el último año, la represión contra la iglesia se ha intensificado, y se han reportado casos de sacerdotes que han denunciado espionaje y violencia por parte del régimen. El dictador Daniel Ortega ha acusado a los líderes católicos de actividades delictivas, incluyendo supuestos intentos de derrocarlo.
La detención de Zamora se suma a la de otros cuatro sacerdotes, incluyendo al obispo Rolando Álvarez, quien fue declarado culpable en febrero sin juicio y sentenciado a 26 años de prisión por cargos de traición. Aunque fue liberado brevemente la semana pasada, las negociaciones para su excarcelamiento no tuvieron éxito.
Además, el lunes se informó que al sacerdote Juan Carlos Sánchez se le negó la entrada a Nicaragua después de viajar a Bolivia y Estados Unidos.
La represión continua contra el clero en Nicaragua ha generado preocupación y ha llevado al exilio y la expulsión de numerosos religiosos en los últimos años, siendo 77 religiosos obligados a abandonar el país desde el inicio de la crisis sociopolítica en abril de 2018. La situación actual plantea un grave deterioro de la libertad religiosa y los derechos humanos en Nicaragua.