Los países de la UE han acordado activar el llamado “freno de emergencia” y establecer “restricciones temporales” a los vuelos que procedan de países del sur de África. La OMS y el ECDC avisan: es una variante muy contagiosa
La nueva variante de coronavirus, identificada como B.1.1.529 y denominada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como ómicron, ha hecho saltar las alarmas. Los países de la Unión Europea han acordado activar el llamado «freno de emergencia» y establecer «restricciones temporales» a los vuelos que procedan de países del sur de África en los que se haya detectado la nueva variante. Según han confirmado los portavoces de la Comisión Europea, las restricciones afectarán a Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Mozambique y Zimbabue durante al menos catorce días. La OMS ha advertido de que la variante identificada por primera vez en Sudáfrica podría conllevar un «mayor riesgo de reinfección», según las primeras evidencias científicas preliminares. En la reunión celebrada también este viernes, el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus del SARS-CoV-2 de la OMS ha calificado esta variante como «de preocupación», ya que «presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes».
Por su parte, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha calificado la nueva mutación como «variante de interés». Además, este organismo europeo ha advertido de que «con base en las pruebas disponibles, es probable que esta variante esté asociada a una transmisibilidad muy alta y a un escape inmunológico significativo». Por ello, estimó que el nivel de riesgo que supone para la UE esta nueva variante es «alto o muy alto» y reclamó medidas «no farmacéuticas» a los estados de la Unión como las que después asumió Bruselas con las restricciones a los vuelos. No obstante, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) considera “prematuro” prever si se necesitará adaptar las vacunas de la covid-19 “con una composición diferente” para hacer frente a la nueva variante.
Una infectada en Bélgica
El temor a esta mutación ha llevado al Ibex 35 a reaccionar cayendo hasta un 5% y el petróleo otro 10%, mientras que la mayoría de países han restringido vuelos desde la zona para intentar atajar de golpe la posible transmisión. Tras detectar los primeros casos fuera del continente africano, dos en Hong Kong y otro en Israel, Bélgica ha registrado el primer contagio dentro de Europa. Se trata de una mujer no vacunada que realizó un viaje a Egipto con escala en Turquía.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha sido contundente en su intervención y ha pedido actuar de manera “rápida, eficaz y unida” y bloquear la llegada de vuelos desde países del sur de África. La alemana también ha animado a los ciudadanos que no se hayan vacunado a que lo hagan de forma rápida. “He hablado de la situación en varias llamadas telefónicas y videoconferencias con científicos y fabricantes de vacunas.
También apoyan plenamente tales medidas de precaución para evitar la propagación internacional de esta variante preocupante”, ha explicado la presidenta, recordando que el contrato que el Ejecutivo comunitario firmó con algunas farmacéuticas para la venta de vacunas incluía cláusulas para la fabricación de nuevas dosis que se adapten a las nuevas variantes que vayan surgiendo.
Alemania, Italia, Austria, Países Bajos, Francia, Grecia y Suiza han ido anunciando restricciones en consecuencia a lo largo de la jornada para evitar la propagación de esta mutación. En España, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha señalado que la restricción de vuelos se llevará al Consejo de Ministros del próximo martes. El ministerio ha avanzado que adoptará «con carácter inminente» una resolución de la Dirección General de Salud Pública para exigir a aquellos pasajeros que provengan de países de riesgo, además de la vacunación, una prueba PDIA (test de antígenos o PCR). La UE ha seguido así las medidas similares adoptadas por Reino Unido e Israel. Anoche, tras el anuncio de las autoridades sudafricanas, Londres emitió un comunicado en el que informaba que desde este viernes se suspendían los vuelos procedentes de Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Botsuana, Esuatini y Zimbabue, naciones que se añaden ahora a la lista roja que indica el riesgo de coronavirus.
Por su parte, el Gobierno de Israel ha incluido a Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Esuatini en la lista de países a cuyos viajeros se prohíbe la entrada, según apuntó el primer ministro, Naftali Bennett, tras una reunión de urgencia. Singapur también restringe la entrada a personas que hayan visitado en las últimas dos semanas siete países africanos en los que se sospecha que ya circula la mutación Estados Unidos y Canadá han seguido esta misma línea. El Gobierno de EEUU avisó este viernes de que a partir del próximo lunes pondrá restricciones a los viajeros procedentes de Sudáfrica y otros siete países del sur del continente africano y Canadá también ha prohibido la entrada en el país de todas aquellos extranjeros que en los últimos 14 días hayan viajado por siete países del sur de África. Sin embargo, la máxima autoridad norteamericana en materia de enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, manifestó en una entrevista concedida a la CNN que las restricciones a los vuelos son una medida que está «sobre la mesa», pero que es partidario de no implantarla «mientras no haya razones científicas para ello». También indicó que, por el momento, no han detectado la nueva variante en territorio norteamericano.
Mientras, Sudáfrica ha considerado «apresuradas» las medidas ya adoptadas o en debate en muchos países para suspender los vuelos y/o prohibir la entrada a viajeros. Su ministro de Salud, Joe Phaahla, ha recalcado que ve «injustificada», «contraproducente» y «draconiana» la reacción aplicada al sur de África en forma de restricciones, dada la escasa información científica aún disponible. Phaahla afirmó que, aunque el miedo y la preocupación son «esperables» en esta clase de situaciones, «parte de la reacción es injustificada». Pero no solo los países están reaccionando y la Organización Mundial del Comercio (OMC), decidió posponer «sine die» la XII Conferencia Ministerial que tenía previsto celebrar la próxima semana debido a las restricciones a los viajes que numerosos países han emitido para frenar el avance de la variante ómicron del coronavirus, según informaron a Efe fuentes próximas a la organización. La decisión se tomó en una reunión de urgencia del Consejo General del organismo, tras un día en el que diversos gobiernos suspendieron los vuelos desde sus países al África austral debido al avance de la variante omicron, considerada de riesgo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Revisión de las vacunas
Los principales fabricantes de vacunas contra la covid-19, entre ellos los estadounidenses Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, informaron de que ya están probando la efectividad de sus productos contra la nueva variante detectada en el África austral. Pfizer y su socio alemán BioNTech emitieron un comunicado, recogido por Efe, en el que explicaron que sus laboratorios ya están analizando esta variante para determinar si su vacuna (una de las más usadas en EE.UU. y en países europeos) podría necesitar algún tipo de «ajuste». Por su parte, Moderna alertó de que las mutaciones observadas en la variante son «preocupantes» y explicó que probará varias dosis de refuerzo de su vacuna para ver cuál es la reacción. Johnson & Johnson, que comercializa su vacuna en Europa bajo el nombre de su subsidiaria Janssen, apuntó que ya está probando la efectividad de su producto «contra la nueva variante de rápida propagación que se identificó en el sur de África». También la estadounidense Novavax y la británica AstraZeneca dijeron estar analizando el efecto de sus vacunas contra esta nueva variante.
Los primeros casos
Justo cuando China se preparaba para reabrir la frontera con Hong Kong, las autoridades sanitarias han anunciado el hallazgo de dos casos de la nueva variante B.1.1.529 en uno de los hoteles del aeropuerto. El Centro para la Protección de la Salud de Hong Kong ha declarado, tras una secuenciación del virus realizada por la universidad, que correspondía a la variante B.1.1.529, la cual se introdujo en la ciudad a través de un hombre de nacionalidad india de 36 años que viajó a Hong Kong desde Sudáfrica el pasado 11 de noviembre y dio positivo durante su cuarentena. El segundo caso se detectó en un hombre canadiense de 62 años que hacía cuarentena en la habitación justo enfrente de la del viajero indio. Las autoridades sanitarias hongkonesas achacaron el contagio al uso por parte del hombre de 36 años de una mascarilla con válvula, la cual no habría evitado el contagio entre los dos hombres y que, por tanto, ha sido ya prohibida en los hoteles de cuarentena. Se ha trasladado ya a 12 huéspedes en habitaciones contiguas a las de los contagiados a centros de cuarentena, según informa el diario hongkonés ‘The Standard’.
En Israel, el Ministerio de Salud ha comunicado un primer contagio con la variante B.1.1.529 en el territorio. Se trata de un ciudadano israelí que volvía de viaje de Malaui. El ministerio ha señalado que se sospecha que otras dos también estaban infectadas con la nueva variante, pero que estaban esperando los resultados finales de las pruebas. Dentro de las fronteras europeas, una mujer con síntomas de coronavirus tras un viaje a Egipto con escala en Turquía es el primer caso confirmado en Bélgica de la nueva variante B.1.1.529. El diagnóstico ha sido confirmado por el Hospital Universitario UZ Leuven (Lovaina) tras examinar a una joven adulta que no estaba vacunada y que empezó a desarrollar síntomas 11 días después de haber realizado el viaje a Egipto, según informa la cadena belga RTBF.