El segundo intento de prueba de la nave espacial Starship de SpaceX ha experimentado un fallo en el espacio apenas minutos después de su lanzamiento. La Starship, una nave espacial no tripulada desarrollada por SpaceX para llevar astronautas a la Luna y más allá, sufrió este sábado su segundo fracaso en el espacio, luego de que su primer intento terminara en una explosión.
El cohete de dos etapas despegó desde la base de lanzamiento Starbase de la compañía en Boca Chica, Texas, y logró elevarse a unos 90 kilómetros de altura en un vuelo programado de 90 minutos al espacio. Sin embargo, la primera etapa del cohete Super Heavy, aunque parecía haber realizado una maniobra crucial para separarse de su etapa central, explotó sobre el Golfo de México poco después de desprenderse.
Mientras tanto, la etapa central de la Starship continuó avanzando hacia el espacio, pero a los 10 minutos de vuelo, el control de la misión de SpaceX perdió repentinamente el contacto con la nave. «Hemos perdido los datos de la segunda etapa (…) creemos que hemos perdido la segunda etapa», dijo John Insprucker, presentador de la transmisión en vivo de SpaceX.
Este lanzamiento representaba el segundo intento de volar la Starship acoplada al imponente cohete Super Heavy, luego de un intento fallido en abril que terminó aproximadamente cuatro minutos después del despegue. La transmisión en vivo de SpaceX mostró cómo el cohete se elevaba desde la torre de lanzamiento hacia el cielo matutino mientras los potentes motores Raptor del Super Heavy cobraban vida.
El objetivo principal de esta prueba de vuelo era lanzar la Starship y llevarla al espacio justo antes de alcanzar la órbita terrestre. Esto habría sido un paso clave hacia la ambición de SpaceX de desarrollar una nave espacial polivalente capaz de enviar personas y carga a la Luna a finales de esta década para la NASA y, en última instancia, a Marte.
El fundador, CEO e ingeniero jefe de SpaceX, Elon Musk, también cree que la Starship eventualmente reemplazará al cohete Falcon 9 como el componente central de su negocio de lanzamientos, el cual actualmente lleva la mayoría de los satélites y otras cargas comerciales al espacio.
La NASA, principal cliente de SpaceX, tiene un gran interés en el éxito de la Starship, ya que la agencia espacial estadounidense planea utilizarla en su programa de vuelos espaciales tripulados Artemis, que es el sucesor de las históricas misiones Apolo que llevaron a los astronautas a la Luna por primera vez hace más de medio siglo.
El objetivo de esta misión en particular era lanzar la Starship en Texas y llevarla al espacio, a punto de alcanzar la órbita, para luego reingresar a través de la atmósfera terrestre y amerizar frente a la costa de Hawái.
El lanzamiento estaba programado inicialmente para el viernes, pero se retrasó un día debido a un cambio de último momento en el hardware de control de vuelo.