Líderes de casi 200 países y organizaciones no gubernamentales se encuentran reunidos en Egipto hasta el 18 de noviembre con ocasión de la 27° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que de manera abreviada se conoce como la COP27. ¿El objetivo? Debatir y definir las medidas necesarias para disminuir o detener en un punto manejable el cambio climático que afecta a toda la humanidad. Entonces, podrá preguntarse usted y con toda razón, querido lector, qué hace Nicolás Maduro entre los asistentes, si su gestión -o falta de ella- lo ha convertido en uno de los mayores violadores de los derechos ambientales.
Basta recordar la devastación que ha habido en el sur de Venezuela con el Arco Minero, repartido entre ciertas organizaciones que representan intereses delincuenciales y que han extraído la mayor capa posible de vegetación de un suelo milenario. Todo lo que se extrae de las minas es completamente negociado con grupos criminales. La situación es tan dantesca que han conseguido hace poco una fosa común con cadáveres de indígenas del estado Bolívar, lo que no tiene justificación alguna.
Y sin embargo, el presidente chavista dice estar dispuesto a colaborar con la lucha contra el cambio climático. «Nos toca a nosotros ser la voz de los pueblos del Sur para velar que se cumplan los planes de mitigación y de atención de lo que es un modelo capitalista destructivo, que genera la contaminación de mares, ríos y los gases de efecto invernadero que han ocasionado el sobrecalentamiento del planeta Tierra «, dijo al llegar a Egipto. Difícil de creer pero, como dicen, el papel lo aguanta todo.
La situación se ha denunciado y quienes están familiarizados con la zona, las organizaciones ambientales preocupadas por lo que allí ocurre y los mismos indígenas, no dudan en calificarla de ecocidio. Pero pareciera que nada ni nadie los podrá detener mientras les genere las ganancias que dejaron de percibir con la industria petrolera, venida a menos por una mala administración. Por donde se le mire, el socialismo del siglo XXI ha sido más destructor que el «modelo capitalista» que nombra Maduro.
Reducir las emisiones de carbono, preparar a los países para lidiar con el cambio climático, constituir un fondo para apoyar las iniciativas mencionadas anteriormente son algunos de los temas que se abordarán en la COP27. Es una tarea urgente y el compromiso debe ser mundial.
Así que, cinismo aparte, es mucho lo que hay que hacer en Venezuela por el tema ambiental en general. Más que dejarse ver en un escenario internacional.