En estos momentos, Brasil enfrenta una situación crítica en términos de libertad de expresión debido a la prohibición de X. El juez Alexandre de Moraes, responsable de la medida, emitió una orden judicial que retira de circulación la plataforma propiedad de Elon Musk y aplica sanciones económicas de 50.000 reales diarios (aproximadamente 9.000 dólares) para quienes intenten acceder a través de métodos alternativos como VPN.
La ejecución de esta prohibición está a cargo de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), la cual ha sido instruida para “adoptar inmediatamente todas las medidas necesarias” a fin de implementar la decisión “en todo el territorio nacional” dentro de las próximas 24 horas, según lo establecido en el fallo judicial. Además, las plataformas de descargas de Apple y Google están prohibidas de ofrecer la aplicación de X. La respuesta de Elon Musk no se hizo esperar, lanzando varios tweets, incluyendo uno en el que afirma que “la libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil afirma defender la democracia, pero sus acciones recientes parecen contradecirlo, especialmente porque, según la Oficina de Asuntos Globales de X, la plataforma se negó a cumplir con “las órdenes ilegales de censurar a los oponentes políticos” del juez Moraes y del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien se escuda detrás de resoluciones judiciales y sostiene que Musk “debe acatarlas”.
Con este mandato, el STF no solo muestra un enfoque más político y autoritario, como señalan periodistas brasileños, sino también cuán lejos puede llegar en su persecución de líderes políticos y disidentes. Un hecho relevante que X ha prometido revelar son las órdenes de censura que incluyen a “un senador debidamente elegido y a una joven de 16 años, entre otros”, aunque por ahora sus identidades no han sido divulgadas.
Se espera que pronto se publiquen más detalles cuando la plataforma divulgue “todas las demandas ilegales del juez de Moraes y todos los documentos judiciales relacionados en aras de la transparencia”. Esta declaración fue un preludio a la prohibición de X en Brasil, anticipada por la compañía luego de que el magistrado les diera 24 horas para designar un representante legal en el país mientras bloqueaba cuentas bancarias de Starlink. “A diferencia de otras redes sociales y plataformas tecnológicas, no cumpliremos en secreto órdenes ilegales”, afirmaron desde X.
Free speech is the bedrock of democracy and an unelected pseudo-judge in Brazil is destroying it for political purposes https://t.co/eqbowALCeu
— Elon Musk (@elonmusk) August 30, 2024