Remigio Ceballos, ministro de Interior, Justicia y Paz, anunció que el próximo viernes 26 de julio se suspenderá el expendio de bebidas alcohólicas, el porte de armas de fuego y el transporte de maquinaria pesada, en cumplimiento de la «Ley Seca» con motivo de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La normativa será aplicada con la colaboración de todos los cuerpos de seguridad, quienes asegurarán que ningún comercio viole las disposiciones establecidas.
Según la «Resolución 038», si alguien es encontrado consumiendo alcohol en lugares públicos, la policía podrá requerir que vacíen las botellas. Las personas que desobedezcan o desacaten esta resolución estarán sujetas a sanciones por parte de las autoridades locales.
Las penalizaciones para los negocios que no respeten la Ley Seca consisten en el cierre del establecimiento. Un oficial de policía, que solicitó anonimato, indicó que se procederá a clausurar los locales por desacato, imponiendo multas en Unidades Tributarias (UT) y cierres temporales que pueden variar entre 72 horas y 8 días, dependiendo de la decisión de la dirección de Hacienda de cada alcaldía.
Este mismo informante confirmó que la detención del propietario por incumplimiento de la Ley Seca no está contemplada.
La Ley Seca se impone cada vez que hay elecciones en Venezuela, para asegurar la paz y el orden durante el proceso electoral. Los artículos 129, 130 y 131 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales prohíben la concurrencia armada, la venta de alcohol y la celebración de eventos públicos en periodos cercanos a la votación.
Adicionalmente, se restringe la circulación de vehículos de transporte de valores, y se suspenden las obras públicas y los mantenimientos de infraestructura crítica durante las fechas electorales. Se establece también un control riguroso en los puntos fronterizos y se interrumpen las actividades académicas. Sin embargo, los ciudadanos pueden disfrutar libremente de espacios públicos y los negocios de alimentos y farmacias continuarán operando normalmente.