Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, reveló que apenas 25% de los comercios cobró el nuevo impuesto a los pagos con divisas en la primera semana de entrada en vigencia. Muchos comerciantes desconocen la ley, algunos aseguran que las ventas han bajado y otros están en total desacuerdo: «Te están obligando a trabajar con una moneda cada vez más devaluada»
Por Eileen García – El Nacional
La incertidumbre y la confusión entre comerciantes y ciudadanos comunes marcaron la primera semana de entrada en vigencia de la reforma a la Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) en el país.
La Gaceta Oficial N° 6.687 Extraordinario, con fecha 25 de febrero, contempla una alícuota entre 2% y 8% para pagos en dólares o criptomonedas, realizados por personas naturales, jurídicas o entidades económicas, que se efectúen dentro del sistema bancario nacional.
El valor para el impuesto a los pagos realizados en efectivo a personas calificadas como sujeto pasivo especial, refleja una variación que va desde 2% hasta 20%. Además, se menciona un monto de 3% para los contribuyentes que trabajen con este mismo tipo de transacciones.
El IGTF también afecta a las transacciones realizadas a través de plataformas de pago como Paypal, Zelle, Binance, Reserve, entre otras en las que predomina el uso de la divisa estadounidense. Pero, muchos comerciantes aseguraron desconocer esta ley y otros reconocieron no tener la capacidad de completar el proceso de adaptación de sus sistemas para el cobro de este impuesto.
«Nunca hubo un proceso de información, de divulgación. Siempre se dice: ‘Comuníquese y publíquese’, pero si tú no lo comunicas previamente, solo la públicas y la tiras a la calle y ya, pasa lo que está pasando en este momento que nadie sabe nada», comentó a El Nacional el dueño de una carnicería-charcutería en Catia, municipio Libertador de Caracas.
A su juicio, este es un impuesto inflacionario porque no genera débito fiscal, siendo el consumidor uno de los más afectados dentro de la cadena de distribución del producto.
«No es el impuesto al valor agregado. Todo el mundo tiene que pagar el 3%. Hay productos que por su proceso de distribución pasan por cuatro manos: del productor al distribuidor, del distribuidor a las grandes cadenas, después al mayorista que le vende a las bodegas y a los pequeños comerciantes. Todos esos eslabones recibirán el dólar y ese impuesto lo van a cargar a los precios. Este es un impuesto mucho más inflacionario que cualquier otro. Es satánico», expresó.
Con un tono de resignación, el empresario señaló que seguirá esperando más información para no caer en sanciones ante el ente tributario.
«A nuestro nivel de bodegueros, de un local que tiene solo un punto de venta, es difícil. Ya para nosotros, los costos administrativos por ser un contribuyente especial son engorrosos. Menos mal que eso es quincenal. Estamos deseosos de que lo lleven a mensual de manera de que el contribuyente especial pueda organizarse mejor. Ya cada 15 es difícil, pero vamos poco a poco».
La encargada de una tienda de espejos en la misma zona también está llena de incertidumbre. «Todavía no tenemos conocimiento en sí de esa ley; la mayoría de las personas pagan en efectivo o débito, entonces no tenemos ahorita como aplicarla».
Expresó desconocer si deben sumar el porcentaje del impuesto en la factura o deben incluirlo al valor final del producto. Agregó que desde el 28 de marzo, fecha en la que se activó el IGTF, no lo han aplicado en sus ventas. «Ya nuestros precios están establecidos con el impuesto anterior. Entonces, yo no puedo decirle a la persona que ahora le vamos a cobrar 3% más, no puedo», dijo.
«Todavía estamos esperando la máquina fiscal nueva; después deben actualizar el software. Tuvimos que hacer una inversión de 1.200 dólares en eso porque la máquina vieja no alcanza la configuración. Este es un gasto extra. No es algo que afecte al consumidor, pero sí a las empresas que deben hacer este gasto. Aparentemente, debemos declararlo cada 15 días», dijo la mujer ignorando que el lapso para hacer la declaración oficial como comercio sobre el nuevo IGTF comenzó este lunes 4 de abril.
En el centro de Caracas la situación es similar. Los comerciantes dejaron en evidencia la inseguridad que tienen sobre la interpretación de esta norma y temen que eso se traduzca en consecuencias para ellos.
«Es un enredo, hay muchísima confusión. Creo que el Seniat debe prorrogar la vigencia de toda la providencia… Nosotros ni siquiera tenemos como cambiar la máquina fiscal. Estamos a la espera de la sanción y ya. No hay de otra», expresó la encargada de una tienda de zapatos en El Silencio.
El dueño de una tienda de telas y almohadas también expresó desconocer el contenido de la normativa y condenó que el Seniat no haya informado sobre el tema días antes de entrar en vigencia.
La encargada de otra zapatería se mostró tranquila porque hasta el momento no son contribuyentes especiales. «Si han venido clientes preguntando si estamos cobrando el impuesto de 3%, si tenemos factura fiscal, pero como somos contribuyentes ordinarios no aplica».
«Queríamos esperar a ver si sacaban otra información, pero por ahora todo bien. Menos mal no hemos tenido que modificar la maquina fiscal porque la compramos antes de entrar en vigencia este impuesto. Igual debemos estar alertas a ver si cambian la ley o nos declaran contribuyentes especiales», señaló.
Hay comerciantes que se muestran indiferentes ante la situación. El dueño de una tienda de venta de lavadoras expresó, muy tranquilo, desconocer esta ley de impuestos. Lo mismo ocurrió con el encargado de una tienda de ropa para bebés. «No sé nada sobre el tema. Mi jefe no me ha comentado nada», dijo en un tono desinteresado.
Este panorama se repite en Palo Verde y Petare. Los comerciantes aseguraron estar totalmente desinformados del tema.
«Nosotros pagamos impuestos, pero no sabemos nada de ese impuesto al dólar. Esperamos una reunión con la contadora para que nos explique», señaló el encargado de una venta de autopartes.
Aseguró que las personas siguen cancelando en dólares en efectivo, bolívares y Zelle. «Nuestros precios están anclados al dólar del BCV. Realmente no sabemos si ya esa ley entró en vigencia o no».
El encargado de una charcutería está en la misma situación: «Yo no conozco nada. No he leído la ley, no sé nada sobre eso. Las personas tampoco nos han preguntado sobre ese tema. Ellos compran y ya».
Otro panorama
Sin embargo, la realidad en Chacao y Las Mercedes es totalmente diferente. La gran mayoría de los comercios, calificados como contribuyentes especiales, han logrado adaptarse y cobran el impuesto de 3% a sus clientes. Sin embargo, algunos aseguraron que las ventas bajaron de manera drástica desde la segunda semana de marzo.
«Hicimos los cambios pertinentes de manera legal y han incidido mucho en las ventas. En una semana, solo hemos vendido dos colchones», dijo Jesús Ponce, encargado de una tienda de colchones en la calle Élice de Chacao.
Pese a la situación, señaló que seguirán trabajando. «No creo que esta ley incida en los precios, pero sí en las ventas porque la gente tiene miedo».
«Ya hicimos los cambios en la máquina fiscal, pero no tenemos el conocimiento de cómo será aplicado el impuesto porque la contadora, que es la encargada de esos temas, no ha venido. Hay clientes que nos han preguntado si estamos cobrando el impuesto y le respondemos que eso ya está incluido en el precio del producto, pero que no lo estamos reflejando como tal en la factura», dijo la encargada de una joyería.
En una tienda de ropa ubicada en la calle París de Las Mercedes iniciaron el cobro del impuesto el viernes. La vendedora señaló que primero le consultan al cliente su forma de pago. Si cancela con tarjeta, solo le cobran el IVA de 16%, pero si tiene divisas en efectivo, le informan que cobraran el impuesto de 3%.
«La gente no tiene nerviosismo. Eso comenzó el lunes, pero las personas no están comprando desde la semana pasada… la gente no lee la Gaceta Oficial. Nadie está pendiente de eso, solo nosotros que estamos al frente de los negocios», expresó Yudit Granado, encargada de la tienda LUV en el Centro Comercial Tolón.
Aseguró, mientras mostraba la Gaceta Oficial impresa sobre el mostrador, que a las pocas personas que les han cobrado el impuesto, no han hecho ningún comentario en contra o a favor de la nueva normativa.
«Lo cancelan y ya: 1 o 2 dólares más, porque eso es lo que es. Las ventas han estado muy bajas en el centro comercial, no solo somos nosotros. Tenemos dos semanas con las ventas súper bajas. Aquí tengo la gaceta oficial puesta para que la gente sepa que nosotros somos agente de retención. Cada 15 días debemos declararlo».
Dijo que al enterarse de la ley, convocaron a una reunión con la contadora de la empresa y les explicó al personal todo lo referente a la normativa, con información que el Seniat les envió.
25% de los comercios cobró el nuevo impuesto
Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, reveló en una rueda de prensa en el Hotel Eurobuilding que apenas 25% de los comercios cobró el nuevo impuesto a los pagos con divisas en la primera semana de entrada en vigencia.
«En nuestra investigación con las cámaras sectoriales y regionales, hemos tenido cifras preocupantes. 75% de las empresas encuestadas no están en capacidad de recibir pagos en divisas, porque no han podido completar el proceso de adaptación de sus sistemas al nuevo impuesto», aseguró Polesel.
Aclaró que fueron pocas las empresas encuestadas a nivel nacional que pudieron actualizar sus sistemas administrativos y sus máquinas fiscales para empezar con el cobro del impuesto.
«Gran parte del sector de comercio y servicios, no estamos en capacidad de responder a este impuesto. Estamos realmente en una situación muy compleja para cumplir con esto», agregó.
El presidente de la Cámara de Comercio de Caracas, Leonardo Palacios, calificó por su parte de caos la aplicación del IGTF durante su primera semana por la «improvisación y ausencia de la consulta pública».
«La aplicación del impuesto fue un caos total. Esto es producto de la improvisación y ausencia de la consulta pública que es necesaria, no solo para la participación ciudadana, sino a efecto práctico de llevar al legislador el conocimiento de la aplicación del impuesto y una forma de hacer el impuesto viable, esto implica participación de los sectores comercial, académico, y del especialista en administración tributaria», expresó.
Indicó que el IGTF genera resistencia, en razón de la poca transparencia con la que se impuso. Consideró que la situación podría ocasionar un retroceso en las ligeras mejorías económicas que se registraron en el país en los últimos meses.
«Si se quiere tener un crecimiento económico, no se pueden tener impuestos como este», manifestó.
“Esa es una ley muy mala”
Los consumidores también rechazaron la entrada en vigencia del IGTF por tener que pagar 3% de un impuesto por el uso de divisas o criptomonedas diferentes al petro.
«Esa es una ley muy mala porque con lo que nos pagan no cubrimos nuestras necesidades. ¿Nuestras familias nos tienen que mandar dólares para que nos quiten el 3%? No me parece», expresó Luisana Gómez en Petare.
«Esta ley es para retener la moneda local, para que la gente no pague en divisas. Yo no estoy a favor, ni en contra. No he leído la ley como para dar una opinión. El dólar es para que lo deposites y para que siga circulando el bolívar, pero en sí no sé nada de la ley, no he visto la gaceta… Pero entonces elimíname el IVA, porque si voy a pagar en divisa, que no esté el IVA», dijo un hombre en Chacao que prefirió no identificarse.
Mientras que Óscar Linares aseguró que el gobierno impulsa esta ley para obligar a la población a usar con más frecuencia el bolívar: «No estoy de acuerdo, te están obligando a trabajar con una moneda cada vez más devaluada».