El papa Leon XIV afirma que la seguridad de los hombres, que proporciona la educación, la vivienda y la salud, «nunca se logrará con las armas», en el mensaje publicado este viernes para la Jornada Mundial de los Pobres que celebra la Iglesia católica el 16 de noviembre.
En su mensaje, el papa estadounidense pide «impulsar el desarrollo de políticas para combatir antiguas y nuevas formas de pobreza, además de nuevas iniciativas de apoyo y ayuda a los más pobres entre los pobres».
Porque, añade, «el trabajo, la educación, la vivienda y la salud son las condiciones para una seguridad que nunca se logrará con las armas».
«La pobreza tiene causas estructurales que deben ser afrontadas y eliminadas» y «los hospitales y las escuelas, por ejemplo, son instituciones creadas para expresar la acogida hacia los más débiles y marginados», señala.
Y lamenta que «hoy deberían formar parte ya de las políticas públicas de todo país, pero las guerras y desigualdades con frecuencia lo impiden».
«Los signos de esperanza -explica- son hoy las casas-familia, las comunidades para menores, los centros de escucha y acogida, los comedores para los pobres, los albergues, las escuelas populares», que son «muy importantes para sacudirnos de la indiferencia y motivar el compromiso en las distintas formas de voluntariado».
En el mensaje, el papa estadounidense recuerda las tres virtudes teologales de la Iglesia católica: fe, esperanza y caridad y explica que «quien carece de caridad no solo carece de fe y esperanza, sino que quita esperanza a su prójimo».
Por tanto, asevera, «la caridad, en efecto, representa el mayor mandamiento social» de la Iglesia.
«Los pobres no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos y hermanas más amados, porque cada uno de ellos, con su existencia, e incluso con sus palabras y la sabiduría que poseen, nos provoca a tocar con las manos la verdad del Evangelio», agrega.
El papa explica además que «todos los días nos encontramos con personas pobres o empobrecidas y, a veces, puede suceder que seamos nosotros mismos los que tengamos menos, los que perdamos lo que antes nos parecía seguro: una vivienda, comida adecuada para el día, acceso a la atención médica, un buen nivel de educación e información, libertad religiosa y de expresión».EFE