Comerciantes, buhoneros e incluso taxistas manejan sus tarifas en dólares en un país donde la moneda nacional sigue siendo el bolívar. Los verdes poco a poco se ven con más frecuencia, lo cual evidencia una dolarización sin freno.
María Cordero / 2001
A diferencia de la moneda nacional el dólar debe cumplir ciertos requisitos por parte de los que la manejan para ser tomados en cuenta: no estar rayados, rotos, arrugados e incluso con marcas de doblés según exigencias de los comerciantes.
En la zona del boulevard y mercado de Catia se pudo conocer que es más difícil comerciar con las divisas debido a que los buhoneros o dueños de locales no aceptan -como en la gran mayoría de lugares del país- billetes en mal estado.
Jhon Pérez, buhonero de la zona indicó que “el problema de recibir esos dólares en mal estado es que luego cuando van a reponer mercancía los proveedores no aceptan esos billetes y te ponen mil excusas, entonces uno tiene que ir a un bodegón a malgastar la plata para no perderla porque esa gente sí acepta todos los billetes”.
Otro de los comerciantes Luis Barrio, indicó que la recepción de dólares deteriorados es algo que se volverá común hasta que todos los acepten porque no existe un banco que emita la moneda directo de un cajero.
“Acá los cajeros automáticos no dispensan dólares, la gente que los trae si pasan por las fronteras terrestres los traen escondidos por miedo a que se los quiten y algunos se dañan, pero igual eso es dinero y el comerciante que tiene posibilidades de viajar los acepta y se los lleva y afuera los cambia o los usa normal”.
De esta modalidad del cambio o depósito de billetes fuera de las fronteras nacen “negocios” como el que realiza un trabajador de la economía informal que prefirió mantener su identidad oculta, el cual comentó que es parte de su trabajo el cambiar las divisas deterioradas por algunas en mejor estado para usar en el país.
“Viajo a Colombia cada quince días para hacer las compras de los productos que vendo y llevar el dinero dañado de las personas. Son dos modalidades las que utilizo: está la opción de yo llevarme el dinero y te lo deposito en Wester Union a una cuenta internacional que me diga el cliente y le cobro el 5%, pero si la persona lo que quiere es que le cambie los billetes por unos en mejor estado entonces lo que hago es que deposito en mi banco de Colombia y como duro dos o tres días por allá, cuando me vengo realizo un retiro y le traigo billetes bonitos. Por esa vuelta cobro 10% de lo que lleve porque es más delicado”.
Adicional a estas modalidades que adoptan los venezolanos para hacer dinero, están los que bajan el valor del billete por los defectos que tenga, como sucede en algunos locales de la zona de Catia donde el daño de la moneda determina su valor. Wilmer Martínez encargado comentó que “el dueño acepta los billetes porque son personas que tienen familia afuera y viajan y esos afuera son billetes igual, pero si está roto se baja el valor si es uno de $5 y está muy dañado se recibe en $3, si el daño es mínimo pues se puede recibir hasta en $4”.
En las calles del boulevard se escuchan incluso los mismos buhoneros ofreciendo compra y venta de dólares, transacciones que realizan a la vista de todos y tomando la misma modalidad de bajar el valor del billete si el mismo se encuentra en mal estado.
En las calles del boulevard se escuchan incluso los mismos buhoneros ofreciendo compra y venta de dólares, transacciones que realizan a la vista de todos y tomando la misma modalidad de bajar el valor del billete si el mismo se encuentra en mal estado.