Los BRICS admiten en el bloque a Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos e Irán

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El bloque BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), formado por economías emergentes, ha anunciado la incorporación de seis nuevos miembros. El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, anunció que Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán se unirán al grupo. Este acuerdo se alcanzó durante la XV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del BRICS en Johannesburgo. Según Ramaphosa, los seis países invitados se convertirán en miembros plenos a partir del 1 de enero de 2024.

El proceso de expansión del BRICS ha sido consensuado entre los cinco miembros actuales. Ramaphosa destacó que esta primera fase de expansión ha sido acordada por Brasil, China, India y Rusia. Durante una rueda de prensa conjunta, los líderes de estos países expresaron su apoyo a la ampliación del grupo.

Varios países manifestaron su interés en unirse al BRICS, con un total de cuarenta países expresando su deseo de ingresar en el bloque. Sudáfrica recibió «expresiones formales de interés» de 23 países, incluyendo Argentina, Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela. La ampliación del BRICS ha sido respaldada especialmente por China, que busca aumentar su influencia a nivel internacional y competir con Estados Unidos.

La inclusión de Argentina en el BRICS ha sido destacada por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien considera que es muy importante para el país estar presente en este bloque. Brasil, como principal socio comercial de Argentina, también ve con buenos ojos la incorporación del país vecino.

El grupo BRICS, originalmente formado por Brasil, Rusia, la India y China en 2006, añadió a Sudáfrica en 2010. Juntos, estos países representan más del 42% de la población mundial, el 30% del territorio del planeta, el 23% del PIB mundial y el 18% del comercio mundial. Con la incorporación de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán, el BRICS busca fortalecer su posición en las instituciones internacionales y equilibrar el poder global dominado hasta ahora por Estados Unidos y Europa.