El Partido Liberal logró un importante triunfo en los comicios del Congreso y el Senado que se llevaron a cabo en paralelo con el proceso presidencial de este domingo. Los candidatos del oficialismo también se impusieron en nueve de los 15 estados que eligieron mandatarios locales durante la jornada
Los candidatos aliados del mandatario brasileño Jair Bolsonaro obtuvieron importantes victorias el domingo en las elecciones legislativas y de gobernadores celebradas en paralelo al duelo presidencial en Brasil.
“El bolsonarismo puede celebrar”, escribió la analista Míriam Leitão en su columna en el diario O Globo.
Al menos nueve ex ministros de Bolsonaro obtuvieron triunfos en las urnas.
Además de presidente y vicepresidente de la República los brasileños estaban llamados a elegir a los gobernadores de los 27 estados (incluido el Distrito Federal de Brasilia), los 513 escaños de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado de 81 asientos, así como las asambleas legislativas estatales.
El Partido Liberal del jefe de Estado se encamina a tener la mayor bancada en la Cámara de Diputados, según analistas, y en el Senado, figuras del Partudo Liberal (PL) y agrupaciones aliadas se alzaron con al menos 14 de las 27 curules en liza.
Los nuevos congresistas incluyen dos ex ministros muy controvertidos de Bolsonaro: el ex titular de Medioambiente Ricardo Salles, que dejó el gobierno por sospechas de corrupción, y Eduardo Pazuello, criticado por su gestión al frente de la cartera de Salud en el auge de la pandemia que dejó casi 700.000 muertos en Brasil.
Pazuello, incluso, fue el diputado más votado en el estado de Rio de Janeiro, el tercero más poblado.
Otro candidato del PL, Nikolas Ferreira, fue el diputado más votado del país, con más de 1,4 millones de votos, con solo 26 años.
La lista de bolsonaristas al Senado incluye desde el ex fubolista Romario (reelecto) hasta Marcos Ponte, un antiguo astronauta y ex titular de Ciencia que desbancó a un aliado de Lula, Márcio França, favorito en las encuestas.
Otros tres ex ministros, la ultraconservadora Damares Alves (Mujer); Tereza Cristina (Agricultura) y Rogerio Marino (Desarrollo) y el actual vicepresidente, fueron también electos al Senado, que en 2023 debe confirmar dos jueces de la corte suprema.
También entran a la Cámara Alta el ex juez y ex ministro Sergio Moro que rompió con Bolsonaro y el ex fiscal Dalton Dellagnol.
Ambos archirrivales de Lula fueron figuras claves en el proceso “Lava Jato”, que investigó un enorme sistema de corrupción en la estatal Petrobras. Los dos llevaron a Lula a la cárcel durante 19 meses, pero la sentencia fue anulada por irregularidades procesales.
Las elecciones también dieron alguna victoria a las causas progresistas, con las primeras diputadas federales trans de Brasil, Erika Hilton, Duda Salabert, y Robeyoncé Lima.
Este domingo fueron definidos los gobernadores de 15 de los 27 estados (incluido el Distrito Federal de Brasilia), gracias a que los vencedores obtuvieron más de la mitad de los votos, mientras que los mandatarios regionales en los otros 12 estados tendrán que definirse en la segunda vuelta.
En Rio de Janeiro fue elegido Claudio Castro (PL) pero la mayor sorpresa ocurrió en Sao Paulo, el estado más poblado y rico de Brasil, con la victoria parcial en primera vuelta de Tarcisio Freitas, ex titular de Infraestrucutra, que aparecía segundo en los sondeos.
Freitas (PL) venció a Fernando Haddad, ex alcalde de la megalópolis de Sao Paulo y delfín de Lula derrotado por Bolsonaro en las presidenciales de 2018, y los dos se medirán el 30 de octubre en un balotage.
Además de los nueve gobernadores elegidos apoyados por Bolsonaro y de los cinco respaldados por Lula, el empresario Romeu Zema, del partido neoliberal Novo que mantuvo la neutralidad en la disputa presidencial, fue reelegido gobernador de Minas Gerais.
Pese a su alegada independencia, el gobernador de Minas Gerais -segundo mayor colegio electoral de Brasil- fue elegido en 2018 en la estela de las victorias regionales impulsadas entonces por el líder ultraderechista, por lo que se le puede considerar fruto del bolsonarismo.
Los tres estados están en el noreste de Brasil, la región más pobre del país y la que le otorgó más votos al líder progresista.