De manera tardía y desde una clínica, la senadora electa Piedad Córdoba salió a celebrar el triunfo de Gustavo Petro en Colombia y de la colectividad que la revivió políticamente: el Pacto Histórico.
Por EL TIEMPO
“Mis percances de salud no me han dado energía ni cabeza para pronunciarme sobre los últimos acontecimientos (…) Llevo esperando un presidente de izquierda, popular e incluyente toda la vida. Cuando lo logramos lloré en mi intimidad y sentí un júbilo inmenso y una alegría enorme”, escribió el 24 de junio tras postear una foto mientras la atendían por covid.
Pero, dos días después, Córdoba recibe un segundo mensaje, ahora del presidente electo, donde le pide que se aparte de nuevo.
Ya le había solicitado que se hiciera a un lado de la campaña presidencial para que arreglara sus líos judiciales, al que se une la solicitud de extradición de su hermano, Álvaro Freddy Córdoba. De hecho, en entrevista con EL TIEMPO, Petro dijo que se lo entregaría a la justicia de Estados Unidos (que lo solicita por narcotráfico), si se cumplen todos los requisitos legales.
Y ahora, el presidente electo va más allá.
“La no posesión tiene unas implicaciones judiciales, también constitucionales graves. No hablaría de eso. Pero sí hablaría de que la senadora Piedad Córdoba, ante el hecho de que hay un algún tipo de relacionamiento con la justicia de los Estados Unidos, ojalá favorable a ellos, debería, sí, tener un compás, porque su accionar político como senadora queda influenciado por un hecho objetivo. Y es que hay un relacionamiento con la justicia extranjera, que yo no puedo calificar. Entonces eso ameritaría que diera un paso al costado, aún siendo senadora”, dijo en entrevista con la revista Cambio.
Y EL TIEMPO conoció en primicia que el barranquillero Álex Saab estaría dispuesto a declarar en el proceso que se sigue contra Córdoba en la Corte Suprema de Justicia. No obstante, el señalado testaferro de Nicolás Maduro se está jugando en este caso una carta a su favor.
La Corte indaga si son ciertos los testimonios según los cuales la senadora recibió jugosas comisiones a cambio de servir de ‘cobradora’ ante el régimen venezolano de deudas a varios empresarios. En ese listado estaba Saab quien firmó decenas de millonarios contratos turbios con ese país.
El rastro del dinero está siendo seguido por el despacho de la magistrada Cristina Lombana, a quien la abogada de la senadora electa acaba de recusar. Además, se indaga el presunto provecho electoral que Córdoba le habría sacado a su cercanía con las Farc y a su rol de mediadora de liberación de secuestrados de esa otrora guerrilla.