Según un informe divulgado por la Misión Internacional Independiente de la ONU de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, los funcionarios del gobierno venezolano continúan utilizando la tortura como parte de su política estatal para silenciar y desalentar a la oposición. La misión de la ONU investigó los casos de 28 personas que fueron víctimas de tortura o malos tratos debido a su oposición al gobierno de Nicolás Maduro.
El informe destaca que estos actos de tortura y malos tratos se llevaron a cabo en combinación con otras violaciones de derechos humanos. Las víctimas incluyen a personas defensoras de los derechos humanos, activistas de ONG, políticos, sindicalistas, periodistas y familiares de personas opositoras. Además, también se registraron casos de tortura contra oficiales militares y civiles en el marco de operaciones de contrainsurgencia.
Entre las formas de tortura documentadas se encuentran los golpes en diferentes partes del cuerpo, la suspensión de las muñecas o tobillos, la asfixia con bolsas en la cabeza, la ingesta de bebidas con estupefacientes, la exposición al aire acondicionado a baja temperatura, las descargas eléctricas en los testículos, las quemaduras de cigarrillo y químicas en la cara, la inhalación de gases lacrimógenos, la privación del sueño y la reclusión en régimen de aislamiento prolongado o en celdas de castigo. Además, también se han registrado casos de violación y amenazas de violación.
Estas formas de tortura y malos tratos son consistentes con los patrones previamente documentados por la Misión en informes anteriores, y se atribuyen a funcionarios del Sebin, de la DGIM y de otros cuerpos de seguridad.
Es importante destacar que estos actos de tortura constituyen graves violaciones de los derechos humanos y deben ser condenados por la comunidad internacional. Es necesario que se tomen medidas para poner fin a estas prácticas y garantizar la justicia para las víctimas.