Los pagos de Odebrecht alcanzaron a un allegado del director del Sebin

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Como en buena parte de América Latina, en Venezuela no hay ni juicios ni responsables derivados del caso Lava Jato. Hasta el sospechoso más conspicuo y habitual de la jerarquía chavista, el exministro El Troudi, obtuvo el visto bueno de un tribunal local. Pero que la justicia oficial vea a otro lado no quiere decir que las revelaciones se detengan: ahora se conoce que en Suiza los fiscales detectaron transferencias millonarias de la constructora brasileña para el entorno del general Gustavo González López.

Armando.Info, Joseph Poliszuk

En Venezuela, Odebrecht subcontrataba empresas locales, y algunas de ellas también terminaron recibiendo comisiones para pagar favores. Una carta rogatoria enviada desde Suiza por los fiscales del Ministerio Público de ese país, y que apenas ahora se conoce, añade un nuevo grupo a la lista de venezolanos que recibieron dinero en la llamada caja dos de la desaparecida transnacional brasileña de ingeniería de obras civiles.

Los fiscales suizos siguieron la ruta del dinero de las empresas offshore de Odebrecht en los bancos helvéticos y, entre tantas transferencias dudosas, saltaron a la vista varias que habían aterrizado en una maraña de cuentas asociadas al grupo Decsa (Diseño, Estudio y Construcciones S.A.), una constructora venezolana que figura en la lista de subcontratistas de la tantas veces prometida y nunca concluida Línea 5 del Metro de Caracas.

Para el momento en que remitieron la carta, los fiscales se habían encontrado con una suma de más de 21 millones de dólares en 11 cuentas bancarias cuyos nombres y depósitos, cuando menos, llamaron la atención: “En el estado actual de la investigación, resulta que, con fecha del 7 de octubre de 2009 se ingresó en la cuenta num 305.3800 del banco Julius Bär & CO SA a nombre de la sociedad Diseño, Estudio y Construcciones S.A. (Decsa), atribuible a Francisco Lino Ramírez Arteaga y su familia, con firma para Thomas Hacker, un importe de USD 300,000, provenientes de la cuenta bancaria a nombre de la sociedad Constructora Internacional del Sur, sociedad atribuible al grupo Odebrecht y que operaba como «caja negra»».

Eso apuntó, en el original en italiano, el fiscal federal de la Confederación suiza, Stefano Herold, el 3 de julio de 2017, en un documento de transmisión voluntaria de información que envió a Caracas mediante la embajada de su país, con el propósito de colaborar para que la Fiscalía General de la República de Venezuela terminara el trabajo. En la carta advertía que “se han comprobado ulteriores transferencias de dinero a las sobredichas cuentas a nombre de Decsa”.

Se trata de un documento que hasta ahora había permanecido guardado en alguna gaveta del Centro Villasmil de la parroquia Candelaria de Caracas, en las oficinas de la Fiscalía 55 Nacional, y que hoy muestra que –casi seis años después– siguen apareciendo nombres y depósitos que dan cuenta de la hemorragia de dinero en la que se convirtieron las más de 30 obras que Odebrecht prometió en Venezuela, la mayoría sin terminar.