En Nicaragua se le suele llamar “zancudos” a los partidos colaboracionistas. Aunque el término se acuñó en 1957, durante la dinastía de los Somoza, los analistas políticos e historiadores coinciden en que el “zancudismo” ha sido una práctica constante en los últimos 200 años de la política nicaragüense.
Por Fabián Medina Sánchez – Infobae
Se le llama “partido zancudo” a aquellos grupos de personas que se organizan para participar en elecciones, simulando ser oposición, pero apoyando con sus acciones al partido de gobierno. Generalmente son partidos pequeños, logran algunas o ninguna diputación, son críticos del gobierno solo en temporada electoral y el resto del tiempo funcionan como aliados, incluso con cargos de sus miembros o sus familiares en las estructuras del Estado.
“Nunca alcanzan los porcentajes establecidos por la ley, pero no desaparecen porque el régimen así lo decide. A cambio reciben dinero, cargos, parientes de sus presidentes de partido reciben puestos como funcionarios, pero sin mayor relevancia”, explicó en su momento al diario La Prensa la exguerrillera e historiadora, y ahora presa política, Dora María Téllez.
El nombre lo popularizó el diario La Prensa cuando en 1957 el Partido Conservador decidió no participar en lo que llamaba farsa electoral de ese año y apareció un partido conservador paralelo simulando competencia ante el gobernante partido liberal somocista que buscaba reelegirse en el poder. “Este nombre fue puesto por La Prensa porque la idea de estos conservadores era entrar al Presupuesto General de la República y chupar la sangre del pueblo. Como el zancudo”, relató Luis Sánchez Sancho, editorialista de ese diario.
En las elecciones generales que se celebrarán en Nicaragua este domingo, participarán seis agrupaciones políticas, entre partidos y alianzas, incluyendo al oficialismo. Sin embargo, la oposición nicaragüense dice que fue excluida y que estas serán unas votaciones solo entre aliados, donde todos están de acuerdo en que siga gobernado el Frente Sandinista con Daniel Ortega y Rosario Murillo a la cabeza.
El régimen de Ortega eliminó, vía sentencias electorales, a los dos partidos con más alto perfil opositor, encarceló a los siete principales aspirantes opositores a la presidencia, y permitió que solo seis partidos participen en las votaciones próximas, la gran parte de ellos micropartidos, de dudosa reputación y sus aliados tradicionales. La oposición nicaragüense les llama “zancudos”, “satélites” o “colaboracionistas” a estos partidos.
Este es un breve perfil de cada uno de las siete fuerzas políticas que aparecerán en la boleta electoral el 7 de noviembre en Nicaragua:
Frente Sandinista (FSLN)
Es la principal fuerza política organizada de Nicaragua y el partido gobernante. Tiene 71 de los 92 diputados de la Asamblea Nacional y su presiente y vicepresidente es el matrimonio compuesto por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tiene su origen en el movimiento guerrillero que se hizo del poder en Nicaragua tras el derrocamiento de la dictadura somocista en julio de 1979. Gobernó de 1979 a 1990, cuando fue derrotado en elecciones, y volvió al poder en 2007 hasta la fecha. Su único candidato presidencial ha sido Daniel Ortega, quien está participando en su sexta campaña electoral.
Esta sería a su vez, la tercera reelección y cuarto periodo consecutivo de Ortega, quien ha logrado mantenerse en el poder burlando prohibiciones constitucionales y ejecutando fraudes electorales. “Confirmamos nuestra valoración preliminar que este proceso electoral del año 2011 no fue justo ni honesto. Los resultados publicados no merecen credibilidad dadas las graves, sistemáticas e intencionales irregularidades durante su emisión”, expuso el organismo de observación electoral Ética y Transparencia en su informe de 2011, cuando Ortega se reeligió por primera vez.
Es el seguro ganador de las próximas elecciones, más por el control de todo el aparato electoral y la eliminación de la oposición real, que por las simpatías que despierta entre la población nicaragüense, pues en la última encuesta de Cid Gallup, dada a conocer esta semana, el 69 de los encuestados desaprueba su gestión.
Partido Liberal Constitucionalista (PLC)
Gobernó Nicaragua de 1997 a 2007, cuando se colocó como la principal fuerza política del país. Sin embargo, pleitos internos y sucesivos actos de corrupción llevaron a su líder, Arnoldo Alemán, a buscar alianza con el Frente Sandinista que en 1998 estaba pasando por su peor momento. El Frente Sandinista aprovechó los procesos judiciales contra Alemán para sacar ventajas políticas y convertirse en socio mayoritario de lo que en Nicaragua se conoce como “El Pacto”.
Para las elecciones de 2011, el PLC era un partido disminuido. Solo obtuvo el 5.9 por ciento de los votos, que le permitieron dos curules en la Asamblea Nacional. Actualmente tienen 14 diputados y es oficialmente la segunda fuerza política. Recuperó el segundo lugar cuando la Corte de Justicia, contralada por el régimen de Daniel Ortega descabezó a la principal fuerza opositora de ese momento, el Partido Liberal Independiente (PLI).
El PLC se define como un partido de derecha, critica al Frente Sandinista públicamente, pero vota con él algunas decisiones parlamentarias. En agosto pasado el Consejo Supremo Electoral canceló la personería jurídica del principal partido opositor, Ciudadanos por la Libertad (CxL), tras una denuncia de la actual presidenta del PLC, María Haydée Osuna.
Alianza por la República (APRE)
Es un micropartido, fundado en 2004. Ha sido señalado de utilizar a miembros del Frente Sandinista para llenar sus listas de candidatos, miembros electorales que le corresponden y fiscales. Su presidente, Carlos Canales, ha negado esos señalamientos y para esta campaña amenazó con demandar a los medios de comunicación que lo “difaman y mancillan” cuando lo tildan de “colaboracionista” o “zancudo”.
Las acusaciones contra el APRE provienen de las siguientes matemáticas: para las elecciones de 2011, según los datos oficiales, el APRE logró solo 5.898 votos para un 0,23 por ciento de la votación total. Sus candidatos inscritos para esa fecha fueron 6.000. O sea, ni siquiera algunos de sus candidatos votaron por ellos mismos, sin incluir al resto de miembros inscritos como funcionarios electorales y fiscales.
En las elecciones de 2016, el APRE logró el 1,4 por ciento de los votos, lo justo para conseguir un diputado, que en este caso fue el controversial Byron Jerez, un liberal procesado y acusado por corrupción, a quien el APRE incluyó como primero en su lista “por recomendación” y ahora se le ve votando junto al Frente Sandinista.
Alianza Liberal Nicaragüense (ALN)
Es un partido fundado en 1999 por disidentes del Partido Liberal Constitucionalista (PLC). Fue el segundo partido más votado en las elecciones de 2006 que ganó el Frente Sandinista y le permitieron a Daniel Ortega regresar al poder. Su líder en ese momento era el liberal Eduardo Montealegre.
Sin embargo, es de esos partidos con la etiqueta de “nueva administración” pues fue igualmente descabezado, y su actuación en las sucesivas campañas ha sido pobre y tildada de “colaboracionista”. Tiene actualmente un solo diputado.
Partido Liberal Independiente (PLI)
Otro partido que cabe en la etiqueta de “nueva administración”, aunque técnicamente es uno de los partidos más antiguos de Nicaragua. Fue fundado en 1944 por el patriarca liberal Virgilio Godoy y para las elecciones de 2011 acogió a aquella segunda fuerza que fue desalojada de la Alianza Nacional Nicaragüense (ALN). Con esa masa opositora que lo revitalizó ocupó el segundo lugar al conseguir el 31 por ciento de los votos.
Sin embargo, la historia se volvió a repetir, y para la campaña electoral de 2016, una sentencia de la Corte Suprema de Justicia le entregó la representación legal a un desconocido político de nombre Pedro Reyes, quien con apoyo de la autoridad electoral y del Parlamento destituyó a los 28 diputados que entonces tenía el PLI. De esta forma la segunda fuerza quedó anulada y el PLI logró en las elecciones de ese año solo el 4,5 por ciento de los votos. Tiene dos diputados.
Los opositores, que antes estuvieron en ALN y luego en el PLI, fundaron entonces Ciudadanos por la Libertad, que también fue eliminada legalmente por sentencia electoral este año.
Camino Cristiano Nicaragüense (CCN)
Es un partido político de inspiración cristiana protestante. Fue fundado en 1995 y sorprendió en las elecciones de 1996 al obtener 4,1 por ciento que lo colocó en el tercer lugar en esos comicios.
Su presencia se debilitó en los siguientes comicios. Su líder, el pastor evangélico Guillermo Osorno rechaza que se le llame “zancudo” o “satélite”, aunque en las dos últimas elecciones generales ha sido aliado del Frente Sandinista.
Yatama
El partido Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama) o “Hijos de la madre tierra” en lengua miskita, es una agrupación política regional de la Costa Caribe que también ha sido aliado del Frente Sandinista en procesos electorales pasados.
Por su característica de partido regional, Yatama solo inscribió a candidatos a diputados para las elecciones de noviembre próximo.