En Brasil este año están en disputa los cargos de presidente de la República; además de elegirse 27 gobernadores, 27 senadores, 513 diputados federales, 1.035 diputados estatales y 24 diputados distritales
Ni Jair Bolsonaro ni Luis Inácio Lula Da Silva lograron evitar la segunda vuelta comicial. Ambos candidatos se enfrentarán el próximo 30 de octubre para hacerse de la presidencia de Brasil.
En la primera hora y media del escrutinio en tiempo real, que realiza el Tribunal Electoral de ese país, Bolsonaro tomó la delantera. Sin embargo, al término del conteo Lula remontó y dejó al actual mandatario, que aspira a la reelección, tres puntos por debajo.
A las 8:43 PM (hora local) el Tribunal Electoral contabilizó 51.863.993 votos para Lula, equivalente a 47,39% del respaldo. A la misma hora Bolsonaro tenía 45.245.908 es decir 44,09% de los sufragios a su favor.
Los colegios electorales arrancaron la jornada a las 8:00 am y cerraron a las 5:00 pm (hora local). Estaban convocados 156,4 millones de votantes para elegir presidente, gobernadores, diputados, un tercio del Senado y renovar las asambleas legislativas regionales.
Buena participación en Brasil
El presidente del Tribunal Electoral (TSE) de Brasil, Alexandre de Moraes, destacó la tarde de este 2 de octubre la afluencia de ciudadanos a los comicios en Brasil, en los que entre otros cargos, se decidirá también quién será el nuevo gobernante.
En una presentación en la sede del TSE Moraes dijo que la democracia brasileña vive su mejor momento en su historia. «La justicia electoral reafirma su papel de instrumento constitucional para el ejercicio seguro y transparente de las elecciones democráticas y el respeto de la voluntad popular», añadió.
En un breve discurso, resaltó que el voto que el elector deposita en la urna va al candidato votado. «La Justicia Electoral reafirma la transparencia, seguridad y auditabilidad de las máquinas de votación electrónica”, declaró.
En rueda de prensa posterior, de Moraes destacó en buen comportamiento del electorado y la efectividad del proceso electoral. «Hemos notado un clima tranquilo, sin embargo, las interferencias suceden en todas las elecciones y eso es normal. La tranquilidad se ha mantenido en todos los estados», precisó.
«Vamos a totalizar los votos hoy y los vamos a divulgar hoy. Los electores van a conocer los resultados hoy», puntualizó.
Las elecciones en Brasil
Este domingo 2 de octubre unos 156.454.011 brasileros acudirán a las urnas electorales para elegir a sus nuevos representantes políticos. Este año están en disputa los cargos de presidente de la República, al que aspira a reelección el presidente Jair Bolsonaro y a repetir mandato el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva; además de elegirse 27 gobernadores, 27 senadores, 513 diputados federales, 1.035 diputados estatales y 24 diputados distritales.
Bolsonaro votó en horas de la mañana. Dijo estar seguro de que ganará los comicios en la primera vuelta. Su derecho al sufragio lo ejerció en un colegio electoral en la Villa Militar de Río de Janeiro, vestido con una camiseta deportiva amarilla con el cuello verde y la bandera nacional estampada en el pecho, y aparentemente, llevando un chaleco antibalas debajo.
«Estamos tranquilos en primera vuelta, se deciden hoy las elecciones», dijo Bolsonaro en breves declaraciones a los periodistas.
El sábado 1 de octubre se publicaron resultados de algunas encuestas de intención de voto en los que se sitúa al actual gobernante a catorce puntos por debajo del candidato favorito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. En caso de que ninguno de los candidatos alcance más de la mitad de los votos válidos, los dos más votados tendrán que enfrentarse en una segunda vuelta prevista para el 30 de octubre.
En esta jornada, que se inició a las 8:00 am (hora local) y cerrará a las 5:00 pm, están convocados unos 156 millones de votantes para elegir al presidente, a los 27 gobernadores, a los 513 diputados, a un tercio del Senado y renovar a los representantes en las asambleas legislativas regionales.
Lo que dice Lula
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva votó en Sao Bernardo do Campo, ciudad en la región metropolitana de Sao Paulo donde inició su carrera política, y manifestó que el país necesita «recuperar el derecho de ser feliz».
«El país necesita recuperar el derecho de ser feliz. Queremos un país que viva en paz, con esperanza y que crea en el futuro», declaró Lula a periodistas después de votar en una escuela pública de esa localidad, a la que llegó trece minutos después de que abrieran los colegios electorales en el país.
Lula dijo que son las elecciones «más importantes» para él, quien gobernó durante dos mandatos, entre 2003 y 2010, después de haber perdido las elecciones en 1989, 1994 y 1998.
En su declaración criticó la gestión durante la pandemia del actual mandatario, Jair Bolsonaro, que busca la reelección. Lula votó acompañado de su esposa, Rosângela da Silva, conocida como «Janja», y de algunos miembros del progresista Partido de los Trabajadores (PT).
Las promesas de Bolsonaro y Lula para Brasil
Jair Bolsonaro, de 67 años, se postula para la reelección bajo el conservador Partido Liberal. Ha hecho campaña para aumentar la minería, privatizar empresas públicas y generar energía más sostenible para reducir los precios. Ha prometido seguir pagando un beneficio mensual de R$ 600 (aproximadamente US$ 110) conocido como Auxilio Brasil.
De acuerdo a CNN su gobierno es conocido por su apoyo a la explotación despiadada de la tierra en la Amazonía, lo que lleva a cifras récord de deforestación. Los ambientalistas advierten que el futuro de la selva tropical podría estar en juego en esta elección.
Lula, de 76 años, ha prometido un nuevo régimen fiscal que permitirá un mayor gasto público, acabar con el hambre en el país, que ha regresado durante el gobierno de Bolsonaro. Lula también aseguró que trabajará para reducir las emisiones de carbono y la deforestación en la Amazonía.
Fue presidente durante dos mandatos consecutivos en Brasil, de 2003 a 2011, ha centrado su campaña en sacar a Bolsonaro de su cargo y ha destacado sus logros pasados a lo largo de su campaña. Dejó el cargo con un índice de aprobación del 90% en 2011 y se le atribuye en gran medida haber sacado a millones de brasileños de la pobreza extrema a través del programa de asistencia social “Bolsa Familia”.