Maduro: La contracción económica se debe a "la asfixia económica, el cierre del financiamiento externo y el bloqueo de los ingresos externos".

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Nicolás Maduro informó este martes que en 2020 el país percibió ingresos por 743 millones de dólares, lo que representa un 98,6 % menos que los obtenidos en 2013, cuando llegó a la Presidencia.

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«Pasamos de tener más de 50.000 millones de dólares (56.609 millones) en 2013 a disponer apenas de 743 millones en el año 2020 (…) quiere decir, de cada 100 dólares que el país obtenía en 2014 hoy obtiene un poco más de un dólar», dijo el gobernante durante su mensaje anual.

Las cifras las presentó ante la Asamblea Nacional designada en las parlamentarias convocadas por el régimen, de contundente mayoría oficialista, mientras rendía cuentas por su gestión durante 2020, un requisito que está obligado a cumplir por disposición constitucional ante el poder Legislativo.

Contracción económica

Explicó que entre 2014 y 2020 Venezuela experimentó «la más brusca caída de ingresos externos de su historia», toda vez que el año pasado fue, dijo, el «de la mayor asfixia económica, el cierre del financiamiento externo y el bloqueo de los ingresos externos».

Todo esto, prosiguió, «en un país altamente dependiente de importaciones».

«Estas, y no otras, son las razones de la brutal contracción económica de este período», remarcó, en alusión a los casi 30 trimestres de caída consecutiva que acumula el Producto Interno Bruto (PIB) hasta ahora.

El «rescate» de activos en el extranjero
Maduro pidió a los diputados designados en las elecciones convocadas por el régimen para el pasado 6 de diciembre, trabajar para «rescatar» los activos de Venezuela en el extranjero, entre ellos las empresas filiales de la estatal petrolera Pdvsa, Citgo y Monómeros, ambas bajo el control de una junta directiva designada por el presidente encargado Juan Guaidó cuando se proclamó presidente interino en 2019.

En ese sentido, pidió también una «atención especial» para el «rescate» del oro en Inglaterra, que se encuentra en un proceso legal en Londres ante la disputa de poder entre Maduro y Guaidó, reconocido como mandatario interino por algunos países, entre ellos Reino Unido.

«Con la recuperación de ese dinero, Venezuela experimentaría una recuperación inmediata, milagrosa, automática, sería como meterle oxígeno y sangre al flujo de un cuerpo debilitado», apuntó.

Maduro también reconoció que el bombeo de Pdvsa cayó 69 % entre 2015 y 2019, un fenómeno que llevó al país a perder ingresos por el orden de los 102.500 millones de dólares.

Maduro presentó una gráfica en la que se aseguraba que para marzo de 2015 Venezuela producía 2.817.000 barriles de petróleo por día.

No indicó cuántos barriles por día produce en la actualidad Pdvsa, pero sí que el país dejó de bombear más de 2.153 millones de barriles de crudo «para refinación y exportación».

Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que cita fuentes secundarias, el país bombeó en agosto pasado 339.000 barriles de crudo diario.

«Pero hay buenas noticias que nos llegan de los propios trabajadores de Pdvsa, después de pasar esta tormenta, hoy estamos preparados para una recuperación productiva y tenemos la meta de llegar a 1,5 millones de barriles de petróleo», añadió.

Sanciones extranjeras

Al referirse a las sanciones internacionales que han impuesto a Venezuela en los últimos años, Maduro aseguró que estas «no solamente han afectado al Estado y a la nación» sino que también «han perturbado las operaciones de muchas empresas locales y extranjeras».

«La desquiciada política de (el presidente estadounidense) Donald Trump hacia Venezuela le ha infligido un daño enorme a numerosas empresas extranjeras que mantenían negocios con y en Venezuela, empresas del sector petrolero, tenedores de bono, inversionistas, industrias, entre otras», señaló.

Subrayó que las medidas restrictivas, especialmente las emitidas desde Washington, acabaron con la capacidad de pago de Venezuela, que acumula un trienio con suspensión de pagos, algo que ha afectado a tenedores de deuda externa venezolana, la mayoría estadounidenses, que «han perdido 77.000 millones de dólares» estos años.