Nicolás Maduro, a través de una carta, manifestó que gracias al restablecimiento de relaciones con Colombia se podrá trabajar en la paz con el ELN. Además, indicó que Venezuela está «a la orden» para cualquier gestión que facilite el proceso de diálogo
El mandatario Nicolás Maduro, como ya se difundió en días pasados, aceptó una solicitud del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para ser garante del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Pero lo que no dijo en su alocución, lo expresó en una carta días más tarde en donde propone a Venezuela como escenario de estas conversaciones.
En esa alocución, que se registró el 13 de septiembre de 2022 desde el estado Carabobo, Maduro dijo: «una vez más, como lo hizo el comandante Chávez para garantizar los acuerdos de paz (…) A Colombia le decimos que Venezuela acepta el carácter de garantes de las negociaciones con el ELN, para asegurar la paz de Colombia».
Sin embargo, en la carta enviada el 15 de septiembre desde el despacho de la Presidencia y firmada por el mismo Maduro, se ratifica la disposición de su administración de velar por el buen desenvolvimiento de los diálogos de paz con el grupo insurgente.
Allí, aprovechó una vez más para manifestar que con la llegada de Petro al poder en Colombia y la reanudación de las relaciones entre ambos países ayudará a alcanzar el objetivo de una paz total en la vecina nación y en la región. En ese sentido, señaló que se encuentran a la orden para ayudar en todo lo que haga falta en pro del avance del proceso.
«Espero que, a la brevedad posible, logremos fijar una fecha para la reunión entre su Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional con Venezuela como sede», expresa el texto.
En la parte final de la carta, Maduro cita unas palabras de Simón Bolívar y asegura que Colombia “tiene que arribar definitivamente al venturoso puerto de la paz”. “Cuente con toda nuestra solidaridad y todo nuestro compromiso para que así sea”, termina el texto.
En 2019, ya durante el gobierno del expresidente Iván Duque, los diálogos con el ELN se trasladaron a La Habana, Cuba, y se rompieron oficialmente luego del atentado perpetrado por esta guerrilla en la Escuela de Cadetes General Santander, el 17 de enero de ese año. Dicho ataque cobró la vida de 23 personas y dejó casi un centenar de heridos.