El huracán Otis dejó un rastro de devastación en Acapulco, México, la semana pasada, pero el gobierno ha anunciado un plan de ayuda de aproximadamente 3.425 millones de dólares para la reconstrucción de la ciudad y las áreas circundantes.
Con vientos de 270 kilómetros por hora, Otis se convirtió en el ciclón más potente que ha golpeado la costa occidental de México en la historia registrada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido que Acapulco estará en pie nuevamente antes de la Navidad. El plan de ayuda incluye apoyos directos a los afectados, como créditos para comercios devastados, ayuda para reparaciones en viviendas y despensas semanales.
El gobierno ha asegurado que tiene el presupuesto necesario para financiar todas estas necesidades y está dispuesto a ampliarlo si es necesario. Además, se duplicará el número de becas para estudiantes, se eximirán impuestos para los hoteles afectados y se suspenderá el cobro del servicio eléctrico hasta 2024. Se espera que el bono catastrófico y el seguro del país también contribuyan a la reconstrucción.
El costo total de los daños causados por el huracán se estima en 15.000 millones de dólares. A pesar de los esfuerzos del gobierno, las críticas han surgido sobre la planificación y respuesta gubernamental, y muchos residentes están desesperados por recibir ayuda.
Las fuerzas del orden están trabajando para distribuir alimentos y agua, así como para limpiar los escombros y mantener el orden en medio de la difícil situación.