Miedo a la verdad, Por El Nacional

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¿Qué hace la Asamblea Nacional chavista revisando la Ley del Ejercicio del Periodismo? Tratando de ponerle el último candado a la libertad de expresión y de información de los ciudadanos. Porque debe saberse y debe decirse desde ahora, lo que pretenden estos que se hacen llamar diputados es acabar con el periodismo serio, con responsabilidad social y con ética que a lo largo de toda la vida democrática ha acompañado a los venezolanos en sus luchas y en sus victorias.

Por El Nacional

Y valientemente los periodistas se han mantenido en su trinchera, por supuesto que con nuevas herramientas, adaptándose a los cambios tecnológicos, así como lo han hecho los medios de comunicación. Otra cosa es que el gobierno chavista desde 1999 se haya empeñado en ir cerrando a diestra y siniestra periódicos, emisoras, canales de televisión y páginas web.

Hace dos días nada más aumentó la lista de los medios víctimas de la censura que impera en el país. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa así lo denunció: “Con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana cerraron Moda 105.1 FM, NEX 100.1 FM y Hits 92.5 FM. Dentro de los argumentos esgrimidos está el uso ilegal del espectro radioeléctrico y que no contaban con permiso”. Han hecho de estas medidas el pan de cada día. El gobierno chavista tiene un objetivo muy claro y es cercenar los posibles canales de expresión de los venezolanos. Y el periodista es precisamente una de las herramientas que tienen los ciudadanos para difundir su realidad, su opinión, para denunciar, para informar.

¿Qué pasaría si se eliminan todas las garantías que da la ley para que el profesional del periodismo sea una persona responsable, de comportamiento cabal, de formación profesional, preparado para buscar la noticia, para cotejarla, para confirmarla, para desmenuzarla y así conseguir las respuestas que la ciudadanía necesita? ¿Qué pasaría si se publican al mismo tiempo miles de noticias falsas y nadie se hace responsable? ¿En qué estado de caos se sumiría la sociedad si no hay filtros éticos ni morales y cualquiera puede inventar lo que quiera? Para eso existe la ley, que se aprobó en 1994 y cuyos principios no necesitan ser modificados, pues establecen los parámetros para el ejercicio de una profesión en beneficio de todo el país.

Las excusas que pone la Asamblea chavista de que hay que adaptar la ley a los «nuevos tiempos», de que data de la era del “tipógrafo” o de que no incluye los adelantos tecnológicos son precisamente eso, simples pretextos para acabar con la esencia del periodismo. Tal parece que se hubieran dado cuenta de que mientras exista un profesional formado para buscar la verdad, para informar a la población de manera responsable, no podrán aniquilar nunca a los medios ni afianzar su discurso único.

Es cierto que estamos viviendo «nuevos tiempos» desde que se aprobó la Ley de Periodismo, pero no por la tecnología, sino por la pérdida de la democracia. En estas dos décadas los ocupantes de Miraflores han hecho lo imposible para infundir miedo, para que los medios se autocensuren, para que nadie se atreva a denunciar la corrupción, para que no se reproduzca una noticia incómoda a las esferas del poder. De cierta forma lo han logrado, pero aún queda una legión de profesionales dispuesta a hacer su trabajo con ética sin importar las consecuencias. Y es a eso a lo que ellos le temen, ¡a la verdad!

El Colegio Nacional de Periodistas ha hecho un llamado a sus agremiados a exigir participación en las discusiones de la modificación. Hay que ir más allá, los venezolanos, la sociedad entera debe defender a sus periodistas, que son garantía de su derecho a la libertad de expresión.