Modalidad a distancia deja a estudiantes y profesores universitarios a la deriva

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En medio de la pandemia generada por la COVID-19, estudiantes universitarios se encuentran a la deriva, esperando que se reanuden las clases presenciales, pues en su mayoría, las universidades públicas no cuentan con las herramientas adecuadas para cumplir con las actividades académicas a distancia. En la Universidad Central de Venezuela, el 20% de los docentes cumple con la modalidad a distancia, mientras que en la Universidad de Oriente, el 80% de los estudiantes podría perder sus clases hasta que se termine la cuarentena.

Anaísa Rodríguez | El Cooperante

La rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Cecilia García Arocha dijo a El Cooperante que todas las actividades académicas y administrativas fueron suspendidas desde que inició la cuarentena. Aun no se establecido bajo qué condiciones se implementará la educación a distancia, considerando que muchos estudiantes no tienen las posibilidades para adecuarse a esta modalidad.

“Ante la crisis sanitaria que enfrenta la humanidad y en aras de preservar la integridad de los miembros de nuestra comunidad, establecimos un plan de contingencia que inició con la suspensión de actividades académicas y administrativas en todos nuestros campus, dependencias e institutos de investigación, además, de la ejecución de un plan coordinado con nuestra dirección de seguridad a fin de preservar también la seguridad de nuestra universidad. A medida que ha avanzado el periodo de cuarentena, el Consejo Universitario se ha mantenido en sesión permanente tratando de generar alternativas académicas y administrativas inherentes a las realidades de nuestras 11 facultades”, expresó.

Asimismo, indicó que las facultades de Medicina y Odontología han generado campañas informativas a la población y al personal de salud en torno a la COVID-19 y que están disponibles para todos en sus distintas redes sociales. El equipo de S,O.S Telemedicina ha dispuesto una línea de ayuda cuyos objetivos son facilitar el diagnóstico temprano y educar a la población venezolana.

Respecto a las clases virtuales, precisó que cada decano evalúa el tema de manera individual.

“Es una discusión que en las últimas semanas están dando los decanos con sus comunidades, decisión que como autoridades respetamos y acompañaremos, pero es un punto que trataremos en próximos consejos, pues entendemos que las condiciones tecnológicas y socio económicas del país complican las alternativas”, aseguró.

“Sin embargo tenemos un equipo de expertos radicados en nuestra unidad de educación a distancia y liderados por nuestro Vicerrector Académico, Nicolás Bianco, que está adelantando una respuesta. El compromiso de esta institución con su comunidad y el país es indiscutible”, resaltó.

Para García Arocha, la pandemia traerá grandes cambios socio-políticos para Venezuela y para la UCV.

“Así como un verdadero cambio en el presupuesto asignado a nuestras universidades, pues en el cambio está la posibilidad de evolucionar de forma inmediata. Espero que cuando esto pase, porque va a pasar, nos reencontremos como sociedad y como país, donde prevalezcan los valores, el respeto, la pluralidad y la democracia. A todo los venezolanos recuerden seamos héroes quedémonos en casa por todos”, recomendó.

“Solo el 20% de los profesores sigue actividades vía web”
Jesús Mendoza, consejero universitario de la UCV precisó que son muy pocos los profesores que han continuado con las actividades académicas a distancia, debido a que muchos no tienen internet ni teléfonos inteligentes.

“Hay profesores que han seguido con su programa académico vía web, pero son muy poco, aproximadamente solo el 20% trabaja bajo esta modalidad, el resto está paralizado. Las autoridades han discutido como seguir con algunas clases o evaluaciones y han concluido que cualquier proceso académico debe contar con la aprobación del 100% de los estudiantes y muchos coinciden en que no se puede, porque tenemos el internet más lento del mundo”, manifestó.

Dijo que dependiendo de cuando sean levantadas las medidas de confinamiento, hay probabilidades de que realicen una reprogramación del calendario académico, en la que se extiendan los periodos académicos.

“Pero hasta que eso no suceda, actividades regulares, postgrados y las tesis están paralizadas, por qué necesitas la aprobación del consejo de escuela en algunos aspectos y no están sesionando”.

Asimismo, condenó que durante la cuarentena las casas de estudio de todo el país han sido víctimas de la delincuencia.

“En las universidades autónomas del país, los robos han aumentado de manera alarmante los últimos días. En la UCV han robado en tres oportunidades, uno en el Instituto de Medicina Tropical y el Núcleo «Armando Mendoza» de Cagua. En la Universidad de Carabobo y la Universidad de los Andes también han robado los últimos días”, aseguró.

“A distancia no podemos tratar las deficiencias académicas”
La profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB), Baroska Bravo, señaló que muchos de sus estudiantes vienen con deficiencias, debido a que no recibieron la preparación adecuada en primaria y el liceo y destacó que estas fallas no pueden ser detectadas con la educación on-line.

“En mi caso son alumnos que vienen con profundas fallas de la educación primaria y secundaria que se tratan de nivelar en el aula, pero ahora a distancia será mucho más difícil, sobre todo en áreas de análisis y compresión. Además, en esta contingencia es complejo poder mantener alto niveles de exigencia y eso es casi una política de estado, ser mediocres”, rechazó.

Indicó que muchos de los estudiantes no cumplen con las actividades porque no tienen internet o luz: en muchos casos es verdad, pero en muchos otros no y como la contingencia flexibiliza las evaluaciones, se excusan.

De igual forma, explicó que todos los alumnos de pregrado que no hayan podido presentar evaluaciones en estos momentos podrán solicitar un examen especial y que hay una comisión COVID19 USB para notificar a las autoridades si existen casos de alumnos, profesores o empleados administrativos contagiados de la enfermedad.

Bravo resaltó que muchos estudiantes le han manifestado la preocupación de saber que se les va a dificultar mucho poder cumplir con la formación a distancia, debido a las condiciones socio-económicas que muchos de ellos viven.

“La falta de servicios públicos o no poder pagar por conexión a internet les angustia mucho. Las universidades públicas nos enfrentamos a un desafío muy grande que simplemente agudiza más, nuestra ya terrible situación”, lamentó.

“Sigo con las actividades porque la universidad me paga el saldo”
El profesor de derecho de la Unimet y UCV, Gustavo Manzo dijo en entrevista para El Cooperante que la próxima semana empezará a dictar un curso a distancia en la Unimet, debido a que la universidad le recarga saldo, de lo contrario, sería imposible impartir clases bajo esta modalidad.

“En la Unimet empiezo la próxima semana a distancia. En la UCV no he podido continuar porque no dispongo de internet. La Unimet me facilita saldo en el celular para conectarme, porque el internet en la casa se fue y no volvió más y como nadie más ha trabajado, no sabemos qué fue lo que pasó con Cantv. Yo no tengo wifi en el apartamento. ¿Cómo hago para subir un vídeo de 250 megas? El WhatsApp no es un instrumento adecuado para dar clases. Debe haber un medio donde todos estemos preparados”, expresó.

“Pero en la UCV estamos muy paralizados, sin embargo yo les dejé a los estudiantes, libros escaneados y le di acceso a una carpeta de Google drjve para que cualquiera por iniciativa propia revise el programa y pueda al menos ir leyendo”.

Según Manzo, el otro problema es que en Derecho las materias son anuales y el pensum debe ser adaptado para que algunas cátedras puedan ser impartidas de manera online.

“En la UCV, la facultad de Derecho no está preparada para esto, puede que hagas un aula móvil pero eso no va a hacer apropiado para una clase virtual porque eso implica una cantidad de elementos de sistemas que son diferentes para que el proceso de aprendizaje se produzca y no estamos adaptados a la situación”, alegó.

“En la UDO no se está cumpliendo con las clases a distancia”
Jhoan Sulbaran es dirigente estudiantil de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo Bolívar y expuso a El Cooperante que según una encuesta realizada por el consejo universitario, el 80% de los estudiantes no tienen las herramientas para cumplir con la educación on-line.

“Actualmente no estamos cumpliendo con las clases a distancia. Luego de una encuesta realizada por el consejo universitario, se determinó que un 80% de los estudiantes no están en condiciones de ver clases a distancia, debido a la problemática de Internet que se vive en el país, los cortes de electricidad y el poco acceso de la población estudiantil a un teléfono inteligente o una computadora”.

Asimismo, denunció que la UDO sufre el desmantelamiento de sus instalaciones, lo que ha llevado a dos de sus cinco núcleos a estar al borde de un cierre técnico, los núcleos de Sucre y Bolívar.

“No hay condiciones para volver a clases. Han dañado el 90% de las instalaciones. No sabemos cómo volveremos a clases luego de la pandemia, los robos y el vandalismo. Además, rompen y destruyen las instalaciones sin ningún motivo, quieren acabar con la universidad y las autoridades no ven lo que está pasando”, reprochó.

Sulbaran acotó que el presupuesto universitario es insuficiente.

“No hay material médico para las materias dictadas en el hospital universitario, los laboratorios tienen utensilios, no hay condiciones para la alta demanda de estudiantes, ven clases en espacios muy reducidos y sobrepasa la capacidad de las aulas”, aseveró.

En contexto
El 7 de abril, Nicolás Maduro confirmó la suspensión de clases presencial para este período académico, asegurando que el año escolar culminará a distancia con el apoyo de todas las herramientas tecnológicas y pedagógicas.

La medida fue tomada según Maduro para prevenir la propagación de la COVID-19. «Es un hecho, el año escolar 2019-2020 terminará online», sostuvo.

Sin embargo, el mandatario no hizo mención a cuáles serían las medidas para garantizar el cumplimiento de esta modalidad, frente a las constantes fallas en el servicio eléctrico.

Según un estudio reciente de Speedtest Global Index, un portal que mide la velocidad de la Internet, la conexión de los hogares venezolanos se encuentra en el penúltimo lugar. El estudio cubre a 176 países y Venezuela se ubica en el puesto 175. Con 3,67 Mbps, sólo supera la conectividad de Turkmenistán, un país de Asia central que cuenta con 2,06 Mbps.