Rusia asegura haber interceptado ocho misiles ATACMS de fabricación estadounidense lanzados por Ucrania, un tipo de ataque que Moscú considera una línea roja en el conflicto.
El Ministerio de Defensa ruso anunció la intercepción de los misiles y 72 drones, sin proporcionar detalles sobre posibles víctimas o daños materiales.
El uso de estos misiles de largo alcance por parte de Ucrania fue autorizado por la administración Biden en noviembre, tras el supuesto despliegue de miles de soldados norcoreanos en apoyo a las fuerzas rusas. Ucrania también ha utilizado misiles Storm Shadows británicos en sus ataques.
Como respuesta, Rusia ha empleado por primera vez un arma experimental hipersónica llamada «Oreshnik» y ha advertido sobre represalias por cada ataque ucraniano en su territorio. El presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con atacar el centro de Kyiv, aunque aún no ha cumplido esa amenaza.
En la región fronteriza de Bélgorod, dos personas resultaron heridas en un ataque ucraniano con drones en la localidad de Shebekino, según el gobernador regional.
En el frente oriental, un ataque ucraniano dejó al menos 10 heridos en la ciudad de Gorlivka, en territorio ocupado por Rusia, según las autoridades locales.
Mientras tanto, Rusia afirma haber tomado el control de la pequeña ciudad de Nadiia, en la región de Lugansk.
En el sur de Ucrania, cuatro personas resultaron heridas en un ataque ruso con drones en la ciudad de Jersón, según informó el jefe de la administración militar.