Testimonios de quienes han estado tras las rejas en Venezuela detallan los horrores que se viven dentro de los recintos penitenciarios, que incluyen las torturas blandas y hasta la muerte.
La constitución nacional en su artículo 43 insiste en el derecho a la vida como inviolable, y faculta al Estado para proteger la vida de los presos. Sin embargo, desde 2014 hasta hoy, 10 prisioneros políticos han muerto bajo custodia.
El más reciente, el general Raúl Isaías Baduel, el mismo que en abril de 2002 trajo de vuelta al poder a Hugo Chávez luego del golpe de Estado que lo sacó por un día de la silla presidencial.
El exministro de Defensa pasó más de 12 años privado de libertad acusado de corrupción y actos contra la patria.
Su familia se dedicó a luchar por su libertad y la de dos de sus hijos: Raúl Emilio y Josnar Adolfo Baduel, este último fue quien intentó darle los primeros auxilios a su padre dentro de la cárcel, pues ambos compartían una celda.
Josnar Adolfo suplicó atención médica para el general la tarde del 12 de octubre, las horas pasaron y la ayuda nunca llegó, nadie hizo caso en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en El Helicoide, cuentan con lágrimas sus hermanas Margareth y Andreína Baduel.
“No descansaremos hasta que haya justicia. Dios y el mundo saben que a mi papá lo asesinaron “, dice constantemente Andreina, quien tenía más de un año sin ver a su padre. Tampoco pudo ver su cuerpo porque fue inhumano en un entierro exprés, decidido así por las autoridades, tal como pasó con el funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, Óscar Pérez o el Capitán Rafael Acosta Arévalo.
El primero fue asesinado a pesar que se había rendido, el segundo fue golpeado en la celda y ni siquiera se pudo poner de pie en el juicio.
Todo esto comprueba que “estamos en presencia de un Estado que ha establecido una política pública de violación grave a los derechos humanos” dice a EL TIEMPO, Rafael Narváez, abogado penalista.
La Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet y la Misión de Determinación de Hechos de las Naciones Unidas ha reportado los tratos crueles e inhumanos, las desapariciones forzadas y demás crímenes, y por eso Venezuela se encuentra en la Corte Penal Internacional, resalta Narváez, al recordad que todo esto conlleva a una política de violación sistemática.
Más denuncias
El Foro Penal Venezolano no solo ha insistido, al igual que Nárvaez, en las acciones degradantes por parte de los funcionarios y custodios de las cárceles, sino que ha alertado del peligro de muerte en el que se encuentran 42 presos políticos. Cáncer, patologías renales, heridas abiertas, hernias y tumores, son algunos de los padecimientos de estos privados de libertad cuyos cuerpos se deterioran con el pasar de los días.
Algo similar pasó con Baduel. Su hija Nayesca cuenta que la última vez que lo vió, hace una semana, su padre se quejaba de un dolor en el área del abdomen. En diciembre de 2020 había sido operado, luego de años de padecimiento, de dos hernias inguinales que por falta de atención médica, crecieron y llegaron a pesar un kilo entre las dos. A las 8 de la mañana entró en quirófano y antes de mediodía estaba de nuevo en su celda. Y ya no lo abandonó el dolor.
El abogado Joel Garcia, penalista y abogado defensor de conocidos presos como Juan Requesens, recuerda que la muerte del “ratifica” una vez más que en Venezuela la precariedad no es solo en sistema penitenciario sino en los servicios de salud y de atención a cualquier ciudadano. “Lo que pasó con Baduel ha pasado con otros presos y seguirá pasando. ¿Cuántos habrán muerto por tuberculosis o cualquier infección que no sabemos?”.
García insiste en que sin independencia de los poderes no hay reforma que valga, esto refiriéndose a las últimas modificaciones al sistema judicial que se han venido impulsando desde el chavismo. “El problema de Venezuela no es de leyes sino de las personas que ocupan esos cargos”.
Estados Unidos, la ONU y la Organización de Estados Americanos (OEA) han pedido una investigación independiente sobre lo ocurrido. Su defensa se apoyará en la justicia internacional porque consideran que el Ministerio Público venezolano no es independiente y ha manchado el proceso.
El día de la muerte, el fiscal Tarek William Saab escribió en Twitter a las 6 pm que la causa de muerte de Baduel fue un paro cardiorrespiratorio debido a complicaciones por covid-19. Pero no fue sino hasta las 11 pm que se le realizó la autopsia. El acta de defunción dice que se sospecha la enfermedad pero no la confirma.
Ante esto, su abogada, Yasnaia Villalobos, insiste en que deberá ser aplicado el Protocolo de Minnesota, el cual tiene unos parámetros para cuando una muerte en la cárcel se considera ilícita. “Se pone en tela de juicio el comportamiento del Estado lo que hace una invocación a la aplicación del Protocolo”.
Villalobos además insistió en que ella como abogada de la familia no pudo ver el cuerpo de Baduel y que el día del hecho, sólo se le permitió reunirse con Josnar Adolfo en un cuarto monitoreado por los custodios, es decir, la conversación entre ella y el hijo del general fue grabada.
El último reporte del Foro Penal da cuenta de 260 presos políticos en Venezuela, 245 hombres y 15 mujeres. De ese número, 133 son militares y 127 civiles. Según la organización, desde 2014 han ocurrido 15.747 detenciones políticas.
ANA RODRÍGUEZ BRAZÓN
Corresponsal de EL TIEMPO
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