El portal de la Voz de América informó que el bolívar, la moneda de curso legal en Venezuela desde hace 141 años, atraviesa un proceso de “destrucción” que le ha convertido en un signo económico “irrecuperable”, advierten economistas.
Su valor en el mercado paralelo de divisas se depreció en 27% la semana pasada. En cinco días, un dólar aumentó su cotización hasta en 160.000 bolívares. La devaluación del bolívar alcanzó el 20 por ciento en la tasa oficial.
Carlos Ñáñez, economista y profesor de la Universidad de Carabobo, explica que el bolívar ha perdido definitiva e irreversiblemente sus cualidades monetarias.
Ya no es una unidad válida de cuenta, ni un medio de intercambio, ni mucho menos una reserva de valor que atraiga a usuarios y mercados, precisa.
“Venezuela atraviesa un proceso de destrucción de su signo monetario. Venezuela vivió otro viernes negro”, dice a la Voz de América, en referencia al último día de transacciones formales de la semana pasada, cuando un dólar estadounidense llegó a tasarse en 691.000 bolívares.
Si se interpreta el valor de un bolívar considerando los ocho ceros nominales que los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro le eliminaron en 2007 y 2018, remarca Ñáñez, un dólar cuesta 69 mil millones de bolívares venezolanos.
“Estaríamos hablando de una cifra absolutamente impronunciable por cada dólar. El bolívar se ha convertido en un activo absolutamente repudiable, tóxico. El bolívar es una moneda irrecuperable. Hay un réquiem al bolívar”, apunta.
José Guerra, economista y diputado de la Asamblea Nacional, hoy en el exilio, coincide con el término para definir la condición de valor del bolívar.
“Es irrecuperable. Ya los números no se pueden trabajar en bolívares. Las monedas son confianza y, al perderse, el público las repudia, que es lo que pasa con el bolívar de parte del ciudadano común”, comenta a la VOA.
Gasolina para la hiperinflación
Manuel Sutherland, economista e integrante del Centro de Investigación y Formación Obrera de Venezuela, Cifo, observa que la pérdida de valor del bolívar se ha acentuado desde septiembre de 2017, cuando, según firmas privadas, inició el proceso de hiperinflación. Y aún sigue vigente.
Detalla que las “pérdidas decimales” de la moneda venezolana llevó a que fuese desplazada por otras divisas, como la brasileña, en el sur del país, el peso colombiano, en el occidente, y el dólar, en las principales ciudades.
Subraya el desplome de la liquidez monetaria -cantidad de dinero por habitante-: era de 1.600 dólares por habitante en 2011; ahora es de 15 dólares.
“Ha habido una desaparición y una destrucción del bolívar por la hiperinflación inducida por malas decisiones económicas, una política monetaria completamente ineficaz y un desastre macroeconómico sin rival”, deduce en conversación con la Voz de América.
El cuadro monetario de Venezuela empeorará entre noviembre y diciembre de este año por la inyección de fondos para campaña electoral de parte de los candidatos del gobierno de Maduro al Parlamento, proyecta.
Es un gasto que considera populista e innecesario. “No es más que gasolina para la hiperinflación”, acota el economista.
Cómo vencer la hiperinflación en Venezuela: nueva moneda, libre cambio, más producción
De seis meses a dos años tomaría derrotar la hiperinflación en Venezuela en cuanto haya un cambio político, calculan expertos.
El gobierno madurista no da muestras de querer crear una nueva moneda en Venezuela o, al menos, de permitir una dolarización formal.
Delcy Rodríguez, vicepresidenta del poder ejecutivo madurista, lo negó en octubre, si bien pareció dejar la puerta entreabierta a la idea de permitir un nuevo signo monetario.
“Está descartada la desaparición del bolívar, mucho menos por una divisa extranjera, si se sustituye al bolívar será por otra moneda nacional. Venezuela tiene y mantendrá su soberanía monetaria”, manifestó en una entrevista.
¿Cómo cambia el bolívar?
Sutherland refrenda la necesidad de “un cambio en el cono monetario”, aunque podría no significar la entrada de una moneda al mapa económico venezolano.
Evalúa que el madurismo podría verse tentado a reducir nuevamente “al menos cinco ceros” al actual bolívar para facilitar su practicidad. Esa iniciativa, cree, resultaría en un “desastre” económico por el contexto de crisis actual.
Opina que Venezuela está imposibilitada para producir una moneda nacional estable, confiable, que sostenga su valor en el tiempo, porque, a su juicio, “no hay capacidades técnicas, políticas ni financieras” en el madurismo para ello.
Otro plan factible que contempla es la creación de un nuevo bolívar, con un valor equivalente al dólar, que coexista con una cantidad ingente de euros.
“Se podría negociar con la Unión Europea para cambiar parte del oro que tenemos en reserva por 2.000 millones de euros en efectivo, que es cuatro veces la cantidad de dinero que circula en la economía (500 millones de euros)”, explica. Ese plan duraría mientras se recupera y estabiliza la economía, dice.
Guerra, por su parte, expone que el gobierno interino de Juan Guaidó no ha discutido aún la pertinencia de crear una nueva moneda. Prevé, eso sí, que ese debate se dé de manera inminente entre la oposición venezolana.
“El Plan País (programa de gobierno de la eventual transición) tiene todo el programa económico del primer año, lo que no está discutido es si se deja el bolívar o se sustituye la moneda. No está planteada la dolarización”, menciona.
Ñáñez, por su parte, sostiene que sería inviable una reforma monetaria gestada por la administración de Maduro. “Es imposible si no hay confianza”, afirma.
Los economistas coinciden en la urgencia de un plan de estabilización macroeconómica que suponga, a su vez, disciplina gubernamental en materia monetaria y fiscal, así como un soporte mediante créditos internacionales.
Ninguno de los economistas consultados ven al madurismo facultado ni política ni técnicamente para llevar adelante semejante plan de estabilización.
La creación de un nuevo signo monetaria también ameritaría una enmienda de la Constitución, que empodera al bolívar como la moneda nacional, indican.