“Nos causa asombro y furor, saber que esos mismos mandos, que con crueldad y sin compasión emprenden acciones contra inocentes y desarmados venezolanos, toleran y comparten con grupos guerrilleros colombianos y bandas delictivas muy bien armadas que se hacen llamar colectivos”, dice el Frente Institucional Militar (FIM) al recordar que hay testimonios de muchos venezolanos “que debieron buscar asilo y resguardo en las poblaciones colombianas cercanas”.
Un total de 263 oficiales superiores y subalternos, suboficiales profesionales de carrera y tropa profesional, integrantes del Frente Institucional Militar (FIM), una agrupación de militares en la Reserva Activa o retirados, manifestaron alarma “por la crisis que vive el país como consecuencia del uso y abuso de las armas de la República”.
El FIM está presidido por el Vicealmirante Rafael Huizi Clavier; el GB (Ej) Teodoro Díaz Zavala en la Vice-presidencia; Coronel (Ej) Rubén D. Bustillos Rávago, Secretario de Organización; los representantes de los componentes: Capitán de Navío Pedro Betancourt (Armada), Cnel (Av) Ángel Rodríguez Campos (Aviación), GB (GN) Simón Figuera Pérez (Guardia Nacional). Los expresidentes GD (Av) Manuel Andara Clavier, GB (Ej) Juan Antonio Herrera Betancourt y GB (GN) Miguel Aparicio Ramírez.
Hacen un llamado a “los oficiales y tropas institucionales a que exijan un retorno a la dignidad de las unidades militares y policiales, hasta lograr el empleo en sus acciones y misiones, de lo que expresamente regulan la Constitución y las leyes de la República”.
Piden que dedique su esfuerzo “a la eliminación de las alianzas establecidas con guerrilleros colombianos, de la delincuencia y de las fuerzas irregulares nacionales y extranjeras que establecieron sus guaridas en territorio patrio, hasta devolverle a la población, la paz y la seguridad que el Estado está obligado a asegurar”.
El FIM, donde hay oficiales que ocuparon altos cargos en la estructura militar de la Fuerza Armada, incluyendo el Ministerio de la Defensa, la Inspectoría General, los comandantes de diversos componentes, publican el llamado a la institución castrense ante los hechos ocurridos desde el pasado domingo 21 de marzo, cuando en el marco de una operación militar fueron atacados campamentos, en territorio venezolano, de una de las facciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-Gentil Duarte), con el saldo de dos oficiales del Ejército muertos, el Mayor Edwar Corobo y el teniente Yonathan Duarte.
Desde ese momento hasta ahora hay una serie de incidentes que mantienen inestable la frontera, con el desplazamiento de cientos de personas hacia territorio colombiano, el ataque de dos puestos militares, la muerte no esclarecida de cuatro miembros de una familia, así como constantes bombardeos y disparos a los largo de esa zona fronteriza del estado Apure.
Almirante Rafael Huizi Clavier, presidente del FIM
El descuido de la frontera
El FIM continúa en su pronunciamiento, recordando el orgullo que la Historia le confiere “a la Fuerza Armada Nacional (FAN) por su participación en sus luchas libertarias”, a la vez que hacen énfasis en que hasta 1999 hizo grandes aportes al país “por su integración al desarrollo económico y cultural, por su participación en el perfeccionamiento y mantenimiento de la democracia, por su sensibilidad ante la problemática social, por su inobjetable apego a los mandatos de la Carta Magna en el cumplimiento de su misión, por su imparcialidad y alejamiento de la actividad político-partidista”.
Por ello, consideran “inmerecido para el país que esté sufriendo el desprecio y la decepción de los venezolanos al confundirla con una ‘fanb’, dirigida por algunos corruptos e ineptos oficiales, ávidos de dinero y poder, que se hicieron cómplices de una clase política destructora de los principios y valores que nos inculcaron nuestros libertadores y los ilustres pensadores que inundaron nuestras fuentes originales de formación ciudadana”.
Se pronuncian sobre la “resentida economía” del país que está sufriendo fuertes erogaciones “causadas por unas operaciones militares improvisadas en la región de La Victoria del estado Apure”. Y asumen que se hacen “bajo los rumores de una actividad de colaboración con guerrilleros del país vecino”.
El FIM destaca que las guerrillas colombianas se han declarado públicamente “como aliados” al régimen de Nicolás Maduro. Critican la “completa opacidad de información”, aunque reconocen que “los testimonios, videos, escritos y entrevistas de sus pobladores, nos atrevemos a apreciar un malvado y desmedido ataque contra nuestros connacionales radicados en la zona”.
Reconocen que la frontera “había sido descuidada por el poder central”, y que en los últimos 20 años “se había establecido la guerrilla y la delincuencia, haciéndose dueños y señores de la autoridad y la vida de sus pobladores con el consentimiento expreso, y cuidado si de la complicidad, de quienes hoy los victimizan, sin fórmula de juicio, con el poder de sus armas de fuego”.
Hacen alusión a que mientras actúan así contra los pobladores de la frontera, hay una distinta contra aquellos que incluso “se autocalifican ‘el hampa’, que azotan, roban, secuestran y dominan a los pobladores de grandes áreas de Caracas y las principales ciudades, y que realizan operaciones de terror contra sus habitantes sin que exista la menor intención de combatirlos y neutralizarlos”.
“Ejemplos sobran, no olvidemos los espeluznantes episodios de rapiña y asesinatos, en la Cota 905, La Vega, Petare, El Cementerio, la parroquia 23 de Enero. Y en el interior, los poblados fronterizos de los estados Táchira y Zulia y las infestadas zonas mineras del estado Bolívar para mencionar solo algunos”.