Las autoridades de Perú emitieron una orden de captura nacional e internacional contra Wanda del Valle, novia de alias ‘Maldito Cris’, además de una jugosa recompensa de $ 40 mil dólares por información que lleve a su captura.
Víctor Revoredo, jefe de la División de Investigación de Homicidios, se pronunció al respecto. Dijo que tal resolución judicial «nos pone en compromiso con el Perú«.
«Nosotros tenemos que cumplir este mandato con la finalidad… De ubicar a esta dama. También a los integrantes de este grupo criminal (Tren de Aragua). Este la apoya en su sustracción de la administración de justicia», emplazó.
Al mismo tiempo, dijo que ya preparan las operaciones con la Dirección de Operaciones Especiales y la Sub Unidad de Acciones Tácticas. «Pronto tendrán resultados. Es un compromiso», dejó claro, reseñó Infobae.
LA JUGOSA RECOMPENSA
El Ministerio de Interior de Perú, por su parte, incluyó a Wanda del Valle en el programa de recompensas.
«Tras analizar el caso, la Comisión Evaluadora de Recompensas contra la Criminalidad del Ministerio determinó que la investigada sea incluida en la lista de ‘Los más buscados’ del Programa de Recompensas del Mininter, ofreciendo un beneficio económico de 150 mil soles a cambio de información idónea que permita su ubicación y captura«, dijo la institución.
Al cambio, 150.000 soles son exactamente 40.485,00 dólares.
Sobre esa compensación, Revoredo añadió que la Policía Nacional de Perú, «en irrestricto respeto a los derechos humanos, tiene que salir a ubicar a esa persona en un debido proceso operativo y es responsabilidad particularmente de la División de Investigación de Homicidios y la Brigada Especial contra la Criminalidad Extranjera. Seguir los protocolos de una forma articulada, junto con nuestros homólogos de Colombia, Chile, Ecuador, Venezuela y otros países del Mundo».
Extraoficialmente se sabe que Wanda del Valle está en Colombia. Allí estaría protegida por el Tren de Aragua. No obstante, no se descarta que esté en otros países vecinos como Chile o Ecuador, a donde esa peligrosa banda extendió sus tentáculos.
El Comercio