Las calles de Nueva York están sufriendo las consecuencias de una ola de calor extremo, con incidentes dramáticos que incluyen un autobús atrapado en un estacionamiento de Long Island y un camión de bomberos hundiéndose en una calle de Manhattan.
Por 2001
Las temperaturas alcanzaron los 99 grados Fahrenheit (aproximadamente 37 grados Celsius) en Long Island y alrededor de 96 grados Fahrenheit (aproximadamente 36 grados Celsius) en Manhattan, destaca New York Post.
En el primer incidente, un autobús se hundió en el asfalto de un estacionamiento en North New Hyde Park. El encargado del garaje, Ricky Cody, describió el momento como aterrador, con un fuerte golpe que alertó a los testigos. Afortunadamente, no había pasajeros a bordo y el conductor salió ileso.


El segundo incidente ocurrió en el centro de Manhattan, donde un camión de bomberos quedó atascado cuando el asfalto se volvió blando alrededor de una de sus ruedas, pareciendo casi arenas movedizas. Los transeúntes observaron mientras el vehículo era remolcado.


Jim McGowan, de la empresa de pavimentación John McGowan & Sons, explicó que en días muy calurosos, el asfalto puede alcanzar temperaturas de hasta 82 °C, volviéndose lo suficientemente blando como para que los vehículos se hundan.
Este fenómeno puede ocurrir si ya existen fallas en el pavimento, que se agravan con el calor.
Aunque estos incidentes son raros, este verano ha visto un aumento en casos similares en todo el país, desde las Dakotas hasta Missouri, donde las carreteras se están deformando y rompiendo bajo la intensa ola de calor.
La Costa Este ha sido particularmente afectada, con temperaturas que superan los 38 grados Celsius en algunos lugares. El Departamento de Transporte de Nueva York confirmó que el incidente del camión de bomberos fue causado por un sumidero.