“No será un año de transición para Venezuela”. Con dicha frase, el politólogo Benigno Alarcón resume el escenario político en el país para lo que resta de año. En la afirmación coincide el miembro del Frente Amplio Nacional, padre José Virtuoso. Para ambos, es hora de que la oposición encabezada por Juan Guaidó, asuma y hable abiertamente de los errores cometidos, amplíe la unidad entre factores democráticos y sincere los objetivos para lograr el cambio político.
por Deisy Martínez @deicamar / Efecto Cocuyo
Para ambos, la Operación Gedeón afectó la credibilidad en la oferta opositora tanto afuera, aunque no lo traducen en pérdida del apoyo de la comunidad internacional, y especialmente ante la opinión pública venezolana. Advierten que el silencio de la coalición representada en el llamado G4 y del Parlamento como institución ante ese hecho, así como la mala política comunicacional, ha permitido que el gobierno chavista avance en el dominio del país y la construcción de una narrativa favorable en medio de la pandemia.
Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPyG-Ucab) y Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello, participaron este viernes 15 de mayo en un conversatorio virtual con periodistas.
“Se debe hablar con sinceridad y asumir las responsabilidades que haya que asumir por lo que salió mal de manera pública y privada entre los aliados, lo cual no significa asumir culpas que no son. Esas aclaratorias son necesarias y no se han hecho de la manera adecuada”, considera Alarcón.
Dijo que Guaidó como líder, presidente interino y de la Asamblea Nacional (AN) debe entender que la responsabilidad de los errores es suya y no de su “padre político”, Leopoldo López. Incluso, acotó, le toca asumir errores de sus asesores porque trabajan para él y el proyecto que encabeza.
La semana pasada, el consultor internacional Juan José Rendón y el diputado Sergio Vergara renunciaron a sus cargos en la Comisión de Estrategia para la Crisis designada por Guaidó en agosto de 2019. Ambos fueron señalados por Miraflores de firmar un contrato con la empresa de seguridad y defensa Silvercorp, propiedad de Jordan Goudreau, para la ejecución del intento de insurrección. Guaidó negó cualquier participación y en la AN no se hizo mención alguna del suceso durante la sesión de 12 de mayo.
Discurso de falsas expectativas
Virtuoso destacó en el encuentro que un factor que ha causado daño a la lucha democrática y a la pérdida de apoyo popular en torno a Guaidó ha sido un discurso generador de expectativas ajenas a la realidad. Como por ejemplo, mencionó la frase según la cual “todas las opciones están sobre la mesa”. Aseguró que esa narrativa desmovilizó a la ciudadanía y la colocó como simple espectadora, a la espera de que un tercero o una fuerza externa viniera a resolver los problemas del país.
“Ese discurso pretendió dejar contento a las distintas voces pero sin generar una estrategia clara y contundente para todos y alinear a la gente en torno a ella. No se ha explicado por ejemplo cómo se producirá la transición que se propone, eso siempre ha estado muy confuso”, advirtió.
El sacerdote expresó su preocupación porque ayudado por la pandemia y luego por la operación Gedeón, el gobierno de Maduro ha tomado la delantera al mostrar que está trabajando para solucionar la emergencia y en medio de su labor es atacado políticamente.
“El sector opositor del G4 está muy contra las cuerdas por parte del Gobierno porque las desavenencias aumentan. Fue público y notorio el descontento de Primero Justicia ante la operación Gedeón mientras el resto del grupo guarda silencio”, observó.
Pese a ello, cree que persiste la idea y los esfuerzos por mantener la unidad “y no abandonar el barco”. Sostiene que la unidad debe ampliarse a extensos sectores de la vida democrática y que es preciso volver a empoderar a la gente como protagonista del cambio.
“Hay que ajustar las expectativas y estrategias de lucha en función de objetivos concretos y pàra ello se requiere unidad. Que por ejemplo se logre la atención a la crisis aunque de momento ello no se traduzca en un cambio político mayor”, añadió.
Chavismo quiere elecciones pronto
El tema electoral también fue abordado en el conversatorio. Alarcón y Virtuoso también coincidieron en que la desmovilización de la oposición producto de la pandemia y la nueva frustración que generó un nuevo intento armado, será aprovechado por el chavismo para llamar a elecciones para recuperar el Parlamento, probablemente a finales de año.
Alarcón aclara que será una convocatoria irresponsable si no se adoptan las medidas sanitarias de prevención para propagar el COVID-19, pero estima que la presencia del virus en el país ni la infraestructura electoral requerida serán obstáculos. Apuntó que no será problema para China dotar al país de 40 mil máquinas electorales, esto para reponer las pérdidas del incendio en galpones del CNE en marzo, ni para el gobierno conseguir el financiamiento.
“Maduro está promoviendo las elecciones porque entiende que es el mejor momento para atacar a la oposición. La situación de la oposición es dura y difícil. Son momentos de fortalecimiento de la autocracia y la posibilidad de desequilibrio de la oposición”, alertó Virtuoso.
Pero descartan que los comicios sigan el formato de la Constituyente de 2017 y presidenciales de 2018, puesto que al chavismo le conviene internacionalmente darles un barniz de legitimidad. Prevén que por la vía de la designación del nuevo Poder Electoral.
“Unas elecciones a la medida del gobierno no serán aceptadas por la comunidad internacional, quizás haya condiciones en las que sí cedan. El Gobierno hará su mejor esfuerzo para que esos comicios sean aceptados”, aseguró Alarcón.
Si la oposición decide participar, uno de los retos será superar el propio mantra “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” porque los comicios están de último. Antes debía salir Maduro del poder e instalarse un gobierno temporal, “eso podría condicionar la participación ciudadana, lo que se debe recordar es que se suelen dar primer las elecciones y luego la transición, no al revés”, dijo Alarcón.