Pacientes renales en Venezuela no pueden esperar más, su vida depende de Maduro

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Fallas en los medicamentos, cierre de unidades de diálisis, falta de máquinas de MRA, crisis de los servicios públicos y suspensión del programa de trasplantes son los obstáculos que deben sortear a diario los pacientes renales en Venezuela sin que haya soluciones efectivas por parte del Gobierno

TalCual

«Todas las máquinas de diálisis están fallando en Venezuela», afirmó el pasado 18 de marzo presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología, Carlos Márquez. Mencionó también la necesidad de potenciar o reponer los equipos utilizados señalando que, desde hace al menos 10 años, no se adquieren aparatos nuevos.

Este 20 de abril el nefrólogo del Hospital Universitario de Caracas, Luis Hernández, indicó a Radio Fe y Alegría que buena parte de las máquinas de las unidades de diálisis en el país están en desuso, porque «no hay los repuestos necesarios para recuperarlas».

También resaltó que en algunas ciudades del país se han perdido máquinas de riñón artificial (MRA); «por cada máquina inutilizada son seis cupos perdidos al mes para atender a los pacientes», precisó.

Las fallas o falta de una máquina obliga a reducir las horas de diálisis de los pacientes –que debe ser de cuatro horas diarias, tres veces a la semana–, para poder atender a todos que están registrados en un centro de diálisis.

El nefrólogo del hospital Universitario de Caracas explicó que la paralización de los trasplantes también colapsa los cupos en las unidades de diálisis.

«Antes, cuando trasplantabas, liberabas un cupo para que entrara otro, ahora, si no trasplantas, sigues con el paciente ahí y se asocia con el paciente nuevo, además que las máquinas se encuentran dañadas», detalló.

El calvario de los pacientes renales
Los pacientes renales no pueden esperar más, desde 2015 vienen padeciendo un calvario: falta de medicinas, cierre de unidades de diálisis, reducción de los tratamientos por falta de máquinas de riñón artificial (MRA) o por la crisis de los servicios públicos, de personal calificado, transporte, efectivo, hiperinflación; y en 2020 se sumaron la covid-19 y las restricciones en el suministro de gasolina. Su vida depende del gobierno.

El colapso ocurrió antes de las sanciones internacionales y abarca no solo las diálisis, sino también el servicio de trasplantes, prácticamente parado desde 2017, cuando el Ministerio de Sanidad decidió suspender todas las actividades de trasplante en el sistema público nacional, condenando a muchos enfermos a estar conectados a una máquina de diálisis. La suspensión se mantiene hasta hoy.

Reactivar los trasplantes
El pasado noviembre de 2021, el mandatario Nicolás Maduro asomó –durante la inauguración del Complejo Hemato-Oncológico del Hospital Doctor Domingo Luciani– la posibilidad de reactivar los trasplantes. Antes de cumplirse dos meses de este anunció, murió el primer paciente renal de 2022 en el Hospital J.M. de los Ríos; fue un joven de 17 años llamado Juan Morales, informó la ONG Prepara Familia.

Solo en un hospital en Caracas «han muerto casi 20 niños por complicaciones derivadas de una larga estancia en diálisis por falta de trasplantes», indicó a DW Anabela Arminio, miembro de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), el pasado 1 de abril.